Entonces enviaron un mensaje a José, diciendo: "Tu padre mandó a decir antes de morir:
(Génesis 50:16)Así dirán a José: "Te ruego que perdones la maldad de tus hermanos y su pecado, porque ellos te trataron mal."' Y ahora, te rogamos que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre." Y José lloró cuando le hablaron.
(Génesis 50:17)Entonces sus hermanos vinieron también y se postraron delante de él, y dijeron: "Ahora somos tus siervos."
(Génesis 50:18)Pero José les dijo: "No teman, ¿acaso estoy yo en lugar de Dios?
Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios lo cambió en bien para que sucediera como vemos hoy, y se preservara la vida de mucha gente.
(Génesis 50:20)Ahora pues, no teman. Yo proveeré para ustedes y para sus hijos." Y los consoló y les habló cariñosamente.
(Génesis 50:21)José se quedó en Egipto, él y la casa de su padre; y José vivió 110 años.
(Génesis 50:22)Otras publicaciones relacionadas con "Génesis 50:19":
Génesis 50:19 - Referencia Cruzada
Ahora pues, no se entristezcan ni les pese el haberme vendido aquí. Pues para preservar vidas me envió Dios delante de ustedes.
(Génesis 45:5)Pero ellos, aterrorizados y asustados, pensaron que veían un espíritu.
(Lucas 24:37)Amados, nunca tomen venganza ustedes mismos, sino den lugar a la ira de Dios, porque escrito está: "MIA ES LA VENGANZA, YO PAGARE," dice el Señor.
(Romanos 12:19)Que no hace acepción de príncipes, Ni considera al rico sobre el pobre, Ya que todos son obra de Sus manos?
(Job 34:19)Mía es la venganza y la retribución; A su tiempo el pie de ellos resbalará, Porque el día de su calamidad está cerca, Ya se apresura lo que les está preparado.'
(Deuteronomio 32:35)Pero enseguida Jesús les dijo: "Tengan ánimo, soy Yo; no teman."
(Mateo 14:27)Entonces se encendió la ira de Jacob contra Raquel, y dijo: "¿Estoy yo en lugar de Dios, que te ha negado el fruto de tu vientre?"
(Génesis 30:2)Pues conocemos a Aquél que dijo: "MIA ES LA VENGANZA, YO PAGARE." Y otra vez: "EL SEÑOR JUZGARA A SU PUEBLO."
(Hebreos 10:30)Cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestidos, y dijo: "¿Acaso soy yo Dios, para dar muerte y para dar vida, para que éste me mande a decir que cure a un hombre de su lepra? Consideren ahora esto y vean cómo busca pleito conmigo."
(2 Reyes 5:7)