Nueva Biblia Latinoamericana
Porque él ve que aun los sabios mueren; El torpe y el necio perecen de igual manera, Y dejan sus riquezas a otros. (Salmos 49:10)
Su íntimo pensamiento es que sus casas serán eternas, Y sus moradas por todas las generaciones; A sus tierras han dado sus nombres. (Salmos 49:11)
Pero el hombre, en su vanagloria, no permanecerá; Es como las bestias que perecen. (Salmos 49:12)
Este es el camino de los insensatos, Y de los que después de ellos aprueban sus palabras. (Selah)
Como ovejas son destinados para el Seol, La muerte los pastoreará, Los rectos los regirán por la mañana; Su forma será para que el Seol la consuma, De modo que no tienen morada. (Salmos 49:14)
Pero Dios redimirá mi alma del poder del Seol, Pues El me recibirá. (Selah) (Salmos 49:15)
No temas cuando alguien se enriquece, Cuando la gloria de su casa aumenta; (Salmos 49:16)

Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 49:13":

Dr. Roberto Miranda
Dios te sacará siempre del Seol
El autor habla sobre la importancia de comprometerse a vivir una vida de perpetua renovación y nunca ceder a la idea de que con el paso del tiempo nos volvemos más débiles y aburridos. También habla sobre la promesa de resurrección después de la muerte y rescate del Seol.


Dr. Roberto Miranda
Posesiones materiales: agárrate a la ligera (1 Timoteo 6: 6)
El autor habla sobre la importancia de reconocer que Dios es el dueño de nuestras posesiones y ser generosos con Él y los necesitados. Se enfatiza la importancia de las cosas del espíritu sobre las materiales y la necesidad de ser buenos administradores de las posesiones de Dios.


Salmos 49:13 - Referencia Cruzada

Entonces él dijo: 'Te ruego, pues, padre, que lo envíes a la casa de mi padre, (Lucas 16:27)
Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios. Pues escrito está: "El es EL QUE PRENDE A LOS SABIOS EN SU propia ASTUCIA." (1 Corintios 3:19)
Pero Dios le dijo: '¡Necio! Esta misma noche te reclaman el alma; y ahora, ¿para quién será lo que has provisto?' (Lucas 12:20)
sino que ciertamente cumpliremos toda palabra que ha salido de nuestra boca, y quemaremos sacrificios a la reina del cielo, derramándole libaciones, como hacíamos nosotros, nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén. Entonces teníamos bastante alimento, prosperábamos y no veíamos mal alguno. (Jeremías 44:17)
¡Ay de ustedes! Porque edifican los sepulcros de los profetas, y fueron los padres de ustedes quienes los mataron. (Lucas 11:47)