Nueva Biblia Latinoamericana
Del número de mis pasos yo Le daría cuenta, Como a un príncipe me acercaría a El. (Job 31:37)
Si mi tierra clama contra mí, Y sus surcos lloran juntos; (Job 31:38)
Si he comido su fruto sin dinero, O si he causado que sus dueños pierdan sus vidas, (Job 31:39)
¡que en lugar de trigo crezcan cardos, Y en lugar de cebada hierba maloliente!" Aquí terminan las palabras de Job.
Entonces estos tres hombres dejaron de responder a Job porque él era justo a sus propios ojos. (Job 32:1)
Pero se encendió la ira de Eliú, hijo de Baraquel el Buzita, de la familia de Ram. Se encendió su ira contra Job porque se justificaba delante de Dios. (Job 32:2)
Su ira se encendió también contra sus tres amigos porque no habían hallado respuesta, y sin embargo habían condenado a Job. (Job 32:3)

Otras publicaciones relacionadas con "Job 31:40":

Dr. Roberto Miranda
Espera al Señor pacientemente
Aprende a esperar pacientemente en Dios y mantener tu fe y confianza en Él, a pesar de las pruebas y dificultades que enfrentes. Sé fiel a Él y otros verán tu testimonio y confiarán en Dios.


Dr. Roberto Miranda
Una declaración audaz
Artículo sobre cómo mantener la fe en Dios a pesar de las pruebas, basado en el libro de Job y su declaración audaz de que su Redentor vive.


Job 31:40 - Referencia Cruzada

Aquí terminan las oraciones de David, hijo de Isaí. (Salmos 72:20)
Por tanto, vivo Yo," declara el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel "que Moab será como Sodoma, Y Amón como Gomorra: Campo de ortigas y mina de sal, Una desolación perpetua. El remanente de Mi pueblo los saqueará, Y el resto de Mi nación los heredará." (Sofonías 2:9)
y aborrecí a Esaú, e hice de sus montes desolación, y di su heredad a los chacales del desierto." (Malaquías 1:3)
Entonces el SEÑOR dijo a Adán: "Por cuanto has escuchado la voz de tu mujer y has comido del árbol del cual te ordené, diciendo: 'No comerás de él,' Maldita será la tierra por tu causa; Con trabajo (dolor) comerás de ella Todos los días de tu vida. (Génesis 3:17)
En aquel día, en todo lugar donde había mil vides valoradas en 1,000 siclos (11.4 kilos) de plata, habrá zarzas y espinos. (Isaías 7:23)