Nueva Biblia Latinoamericana
Pues, ¿cómo subiré a mi padre no estando el muchacho conmigo, sin que yo vea el mal que sobrevendrá a mi padre?" (Génesis 44:34)
José ya no pudo contenerse delante de todos los que estaban junto a él, y exclamó: "Hagan salir a todos de mi lado." Y no había nadie con él cuando José se dio a conocer a sus hermanos. (Génesis 45:1)
Lloró tan fuerte que lo oyeron los Egipcios, y la casa de Faraón se enteró de ello. (Génesis 45:2)
José dijo a sus hermanos: "Yo soy José. ¿Vive todavía mi padre?" Pero sus hermanos no podían contestarle porque estaban atónitos delante de él.
Y José dijo a sus hermanos: "Acérquense ahora a mí." Y ellos se acercaron, y les dijo: "Yo soy su hermano José, a quien ustedes vendieron a Egipto. (Génesis 45:4)
Ahora pues, no se entristezcan ni les pese el haberme vendido aquí. Pues para preservar vidas me envió Dios delante de ustedes. (Génesis 45:5)
Porque en estos dos años ha habido hambre en la tierra y todavía quedan otros cinco años en los cuales no habrá ni siembra ni siega. (Génesis 45:6)

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Génesis 45:3 - Referencia Cruzada

Pero ahora que te ha llegado a ti, te impacientas; Te toca a ti, y te desalientas. (Job 4:5)
Y los discípulos, al ver a Jesús andar sobre el mar, se turbaron, y decían: "¡Es un fantasma!" Y de miedo, se pusieron a gritar. (Mateo 14:26)
En la segunda visita, José se dio a conocer a sus hermanos, y conoció Faraón la familia de José. (Hechos 7:13)
Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén, el Espíritu de gracia y de súplica, y Me mirarán a Mí, a quien han traspasado. Y se lamentarán por El, como quien se lamenta por un hijo único, y llorarán por El, como se llora por un primogénito. (Zacarías 12:10)
EL VIENE CON LAS NUBES, y todo ojo Lo verá, aun los que Lo traspasaron; y todas las tribus (linajes y razas) de la tierra harán lamentación por El. Sí. Amén. (Apocalipsis 1:7)
¿Quién eres, Señor?" preguntó Saulo. El Señor respondió: "Yo soy Jesús a quien tú persigues; (Hechos 9:5)
Pero ellos, aterrorizados y asustados, pensaron que veían un espíritu. (Lucas 24:37)
Por tanto, me espantaría ante Su presencia; Cuando lo pienso, siento terror de El. (Job 23:15)
Al ver esto, Simón Pedro cayó a los pies de Jesús, diciendo: "¡Apártate de mí, Señor, pues soy hombre pecador!" (Lucas 5:8)
porque todos Lo vieron y se turbaron. Pero enseguida El habló con ellos y les dijo: "¡Tengan ánimo; soy Yo, no teman!" (Marcus 6:50)