Nueva Biblia Latinoamericana
Son exaltados por poco tiempo, después desaparecen; Además son humillados y como todo, recogidos; Como las cabezas de las espigas son cortados. (Job 24:24)
Y si no, ¿quién podrá desmentirme, Y reducir a nada mi discurso?" (Job 24:25)
Entonces Bildad, el Suhita respondió: (Job 25:1)
Dominio y pavor pertenecen Al que establece la paz en Sus alturas.
¿Tienen número Sus ejércitos? ¿Y sobre quién no se levanta Su luz? (Job 25:3)
¿Cómo puede un hombre, pues, ser justo con Dios? ¿O cómo puede ser limpio el que nace de mujer? (Job 25:4)
Si aun la luna no tiene brillo Y las estrellas no son puras a Sus ojos, (Job 25:5)

Otras publicaciones relacionadas con "Job 25:2":

Charles Spurgeon
Él resplandecerá tan seguramente como el sol
Artículo sobre la promesa del sol de justicia en relación a nuestra vida diaria, escrito por Charles Spurgeon.


Dr. Roberto Miranda
Dios no ha terminado de tratar con los líderes de nuestras naciones
El Dr. Roberto Miranda habla sobre el papel de la iglesia en llamar a los líderes nacionales al arrepentimiento y al acercamiento a Dios a través del temor a Él y del poder profético.


Job 25:2 - Referencia Cruzada

Bienaventurados los que procuran la paz, pues ellos serán llamados hijos de Dios. (Mateo 5:9)
¡El SEÑOR reina, estremézcanse los pueblos; El está sentado como Rey sobre los querubines, tiemble la tierra! (Salmos 99:1)
Tuya es, oh SEÑOR, la grandeza y el poder y la gloria y la victoria y la majestad, en verdad, todo lo que hay en los cielos y en la tierra; Tuyo es el dominio, oh SEÑOR, y Te exaltas como soberano sobre todo. (1 Crónicas 29:11)
No hay nadie como Tú, oh SEÑOR. Grande eres Tú, y grande es Tu nombre en poderío. (Jeremías 10:6)
y para reconciliar con Dios a los dos en un cuerpo por medio de la cruz, habiendo dado muerte en ella a la enemistad. (Efesios 2:16)
Las sombras (de los muertos) tiemblan Bajo las aguas y sus habitantes. (Job 26:5)
¿Acaso tienes tú un brazo como el de Dios, Y truenas con una voz como la suya? (Job 40:9)
Y todo esto procede de Dios, quien nos reconcilió con El mismo por medio de Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; (2 Corintios 5:18)
Porque así dice el Alto y Sublime Que vive para siempre, cuyo nombre es Santo: "Yo habito en lo alto y santo, Y también con el contrito y humilde de espíritu, Para vivificar el espíritu de los humildes Y para vivificar el corazón de los contritos. (Isaías 57:15)
Poniendo alabanza en los labios. Paz, paz al que está lejos y al que está cerca," Dice el SEÑOR, "y Yo lo sanaré." (Isaías 57:19)
Pero al fin de los días, yo, Nabucodonosor, alcé mis ojos al cielo, y recobré mi razón, y bendije al Altísimo y alabé y glorifiqué al que vive para siempre. Porque Su dominio es un dominio eterno, Y Su reino permanece de generación en generación. (Daniel 4:34)
En verdad yo sé que es así, Pero ¿cómo puede un hombre ser justo delante de Dios? (Job 9:2)
Ese poder obró en Cristo cuando Lo resucitó de entre los muertos y Lo sentó a Su diestra en los lugares celestiales, (Efesios 1:20)
y por medio de El reconciliar todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de Su cruz, por medio de El, repito, ya sean las que están en la tierra o las que están en los cielos. (Colosenses 1:20)
Acercándose Jesús, les dijo: "Toda autoridad Me ha sido dada en el cielo y en la tierra. (Mateo 28:18)
y decían a los montes y a las peñas: "Caigan sobre nosotros y escóndannos de la presencia de Aquél que está sentado en el trono y de la ira del Cordero. (Apocalipsis 6:16)
al único Dios nuestro Salvador, por medio de Jesucristo nuestro Señor, sea gloria, majestad, dominio y autoridad, antes de todo tiempo, y ahora y por todos los siglos. Amén. (Judas 1:25)