En la oscuridad minan las casas, Y de día se encierran; No conocen la luz.
(Job 24:16)
Porque para él la mañana es como densa oscuridad, Pues está acostumbrado a los terrores de la densa oscuridad.
(Job 24:17)
Sobre la superficie de las aguas son insignificantes; Maldita es su porción sobre la tierra, Nadie se vuelve hacia las viñas.
(Job 24:18)
La sequía y el calor consumen las aguas de la nieve, Y el Seol (región de los muertos) a los que han pecado.
La madre lo olvidará; El gusano lo saboreará hasta que nadie se acuerde de él, Y la iniquidad será quebrantada como un árbol.
(Job 24:20)
Maltrata a la mujer estéril, Y no hace ningún bien a la viuda.
(Job 24:21)
Pero Dios arrastra a los poderosos con Su poder; Cuando se levanta, nadie está seguro de la vida.
(Job 24:22)
Otras publicaciones relacionadas con "Job 24:19":
Job 24:19 - Referencia Cruzada
Que sean como el caracol, que se disuelve según se arrastra, Como los que nacen muertos, que nunca ven el sol.
(Salmos 58:8)
Pasan sus días en prosperidad, Pero de repente descienden al Seol (región de los muertos).
(Job 21:13)
Mientras es llevado al sepulcro, Velarán sobre su tumba.
(Job 21:32)
Pero Dios le dijo: '¡Necio! Esta misma noche te reclaman el alma; y ahora, ¿para quién será lo que has provisto?'
(Lucas 12:20)
El impío es derribado por su maldad, Pero el justo tiene un refugio cuando muere.
(Proverbios 14:32)
Mis hermanos han obrado engañosamente como un torrente, Como las corrientes de los arroyos que se desvanecen,
(Job 6:15)
Sucedió que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico y fue sepultado.
(Lucas 16:22)
Uno muere en pleno vigor, Estando completamente tranquilo y satisfecho;
(Job 21:23)
Como ovejas son destinados para el Seol, La muerte los pastoreará, Los rectos los regirán por la mañana; Su forma será para que el Seol la consuma, De modo que no tienen morada.
(Salmos 49:14)
Como se disipa el humo, disípalos ; Como la cera se derrite delante del fuego, Así perezcan los impíos delante de Dios.
(Salmos 68:2)
Para cualquiera que está unido con los vivos, hay esperanza; ciertamente un perro vivo es mejor que un león muerto.
(Eclesiastés 9:4)