Nueva Biblia Latinoamericana
Y José les dijo: "¿Qué acción es ésta que han hecho? ¿No saben que un hombre como yo puede ciertamente adivinar?" (Génesis 44:15)
Entonces dijo Judá: "¿Qué podemos decir a mi señor? ¿Qué podemos hablar y cómo nos justificaremos? Dios ha descubierto la iniquidad de sus siervos. Así que somos esclavos de mi señor, tanto nosotros como aquél en cuyo poder fue encontrada la copa." (Génesis 44:16)
Pero José respondió: "Lejos esté de mí hacer eso. El hombre en cuyo poder ha sido encontrada la copa será mi esclavo. Pero ustedes, suban en paz a su padre." (Génesis 44:17)
Entonces Judá se le acercó, y dijo: "Oh señor mío, permita a su siervo hablar una palabra a los oídos de mi señor, y que no se encienda su ira contra su siervo, pues usted es como Faraón mismo.
Mi señor preguntó a sus siervos: '¿Tienen padre o hermano?' (Génesis 44:19)
Y respondimos a mi señor: 'Tenemos un padre ya anciano y un hermano pequeño, hijo de su vejez. Su hermano ha muerto, así que sólo queda él de los hijos de su madre, y su padre lo ama.' (Génesis 44:20)
Entonces usted dijo a sus siervos: 'Tráiganmelo para que yo lo vea.' (Génesis 44:21)

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Génesis 44:18 - Referencia Cruzada

Como rugido de león es la ira del rey, Y su favor como rocío sobre la hierba. (Proverbios 19:12)
Entonces Abraham dijo: "No se enoje ahora el Señor, y hablaré. Tal vez se hallen allí treinta." "No lo haré si hallo allí treinta," respondió el SEÑOR. (Génesis 18:30)
¿Hasta cuándo, SEÑOR? ¿Estarás enojado para siempre? ¿Arderán como fuego Tus celos? (Salmos 79:5)
Tú estarás sobre mi casa, y todo mi pueblo obedecerá tus órdenes. Solamente en el trono yo seré mayor que tú." (Génesis 41:40)
Dijo entonces la mujer: "Permita que su sierva diga una palabra a mi señor el rey." "Habla," le dijo David. (2 Samuel 14:12)
Y a causa de la grandeza que El le concedió, todos los pueblos, naciones y lenguas temían y temblaban delante de él. A quien quería, mataba, y a quien quería, dejaba con vida; exaltaba a quien quería, y a quien quería humillaba. (Daniel 5:19)
Entonces Abraham dijo: "No se enoje ahora el Señor, y hablaré sólo esta vez. Tal vez se hallen allí diez." "No la destruiré por consideración a los diez," respondió el SEÑOR. (Génesis 18:32)
Pon atención, Job, escúchame; Guarda silencio y déjame hablar. (Job 33:31)
¿Están dispuestos ahora, para que cuando oigan el sonido del cuerno, la flauta, la lira, el arpa, el salterio, la gaita y toda clase de música, se postren y adoren la estatua que he hecho? Porque si no la adoran, inmediatamente serán echados en un horno de fuego ardiente. ¿Y qué dios será el que los libre de mis manos?" (Daniel 3:15)
Entonces Nabucodonosor se llenó de furor, y demudó su semblante contra Sadrac, Mesac y Abed Nego. Reaccionó ordenando que se calentara el horno siete veces más de lo que se acostumbraba calentar. (Daniel 3:19)
No se encienda la ira de mi señor," respondió Aarón; "tú conoces al pueblo, que es propenso al mal. (Éxodo 32:22)
Pero la reina Vasti rehusó venir al mandato del rey comunicado por los eunucos. Entonces el rey se enojó mucho y se encendió su furor en él. (Ester 1:12)
Hermanos, del patriarca David les puedo decir con franqueza que murió y fue sepultado, y su sepulcro está entre nosotros hasta el día de hoy. (Hechos 2:29)
Entonces Faraón dijo a José: "Aunque yo soy Faraón, sin embargo, nadie levantará su mano ni su pie sin tu permiso en toda la tierra de Egipto." (Génesis 41:44)
Porque ni aun el Padre juzga a nadie, sino que todo juicio se lo ha confiado al Hijo, (Juan 5:22)