Amán, sin embargo, se contuvo, fue a su casa, y mandó traer a sus amigos y a su mujer Zeres.
(Ester 5:10)Entonces Amán les contó la gloria de sus riquezas, la multitud de sus hijos, y todas las ocasiones en que el rey lo había engrandecido, y cómo lo había exaltado sobre los príncipes y siervos del rey.
(Ester 5:11)Y Amán añadió: "Aun la reina Ester no permitió que nadie, excepto yo, viniera con el rey al banquete que ella había preparado; y también para mañana estoy invitado por ella junto con el rey.
(Ester 5:12)Sin embargo nada de esto me satisface mientras vea al Judío Mardoqueo sentado a la puerta del rey."
Su mujer Zeres y todos sus amigos le dijeron: "Haz que se prepare una horca de 50 codos (22.5m) de alto, y por la mañana pide al rey que ahorquen a Mardoqueo en ella; entonces ve gozoso con el rey al banquete." Y el consejo agradó a Amán, y mandó preparar la horca.
(Ester 5:14)Aquella noche el rey no podía dormir y dio orden que trajeran el Libro de las Memorias, las crónicas, y que las leyeran delante del rey.
(Ester 6:1)Y fue hallado escrito lo que Mardoqueo había informado acerca de Bigtán y Teres, dos de los eunucos del rey, guardianes del umbral, de que ellos habían procurado echar mano al rey Asuero.
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Ester 5:13 - Referencia Cruzada
No que hable porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación.
(Filipenses 4:11)¡Oh tú, que te desgarras en tu ira! ¿Ha de ser abandonada la tierra por tu causa, O removida la roca de su lugar?
(Job 18:4)He visto todas las obras que se han hecho bajo el sol, y he observado que todo es vanidad y correr tras el viento.
(Eclesiastés 1:14)Aquel día Amán salió alegre y con corazón contento; pero cuando Amán vio a Mardoqueo en la puerta del rey y que éste no se levantaba ni temblaba delante de él, Amán se llenó de furor contra Mardoqueo.
(Ester 5:9)Todos sus días el impío se retuerce de dolor, Y contados están los años reservados para el tirano.
(Job 15:20)Acab entonces se fue a su casa disgustado y molesto a causa de la palabra que Nabot de Jezreel le había dicho; pues dijo: "No le daré la herencia de mis padres." Acab se acostó en su cama, volvió su rostro y no comió.
(1 Reyes 21:4)Vanidad de vanidades," dice el Predicador, "Vanidad de vanidades, todo es vanidad."
(Eclesiastés 1:2)