Nueva Biblia Latinoamericana
Y tráiganme a su hermano menor, para que sus palabras sean verificadas, y no morirán." Y así lo hicieron. (Génesis 42:20)
Entonces se dijeron el uno al otro: "Verdaderamente somos culpables en cuanto a nuestro hermano, porque vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no lo escuchamos, por eso ha venido sobre nosotros esta angustia." (Génesis 42:21)
Rubén les respondió: "¿No les dije yo: 'No pequen contra el muchacho' y no me escucharon? Ahora hay que rendir cuentas por su sangre." (Génesis 42:22)
Ellos, sin embargo, no sabían que José los entendía, porque había un intérprete entre él y ellos.
Y se apartó José de su lado y lloró. Cuando volvió a ellos y les habló, tomó de entre ellos a Simeón, y lo ató a la vista de sus hermanos. (Génesis 42:24)
José mandó que les llenaran sus vasijas de grano y que devolvieran el dinero a cada uno poniéndolo en su saco, y que les dieran provisiones para el camino. Y así se hizo con ellos. (Génesis 42:25)
Ellos, pues, cargaron el grano sobre sus asnos, y se fueron de allí. (Génesis 42:26)

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Génesis 42:23 - Referencia Cruzada

Por tanto, somos embajadores de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros, en nombre de Cristo les rogamos: ¡Reconcíliense con Dios! (2 Corintios 5:20)
Pero cuando El, el Espíritu de verdad venga, los guiará a toda la verdad, porque no hablará por Su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y les hará saber lo que habrá de venir. (Juan 16:13)