Nueva Biblia Latinoamericana
Les proveíste pan del cielo para su hambre, Les sacaste agua de la peña para su sed, Y les dijiste que entraran a poseer La tierra que Tú habías jurado darles. (Nehemías 9:15)
Pero ellos, nuestros padres, obraron con soberbia, Fueron tercos y no escucharon Tus mandamientos. (Nehemías 9:16)
Rehusaron escuchar, Y no se acordaron de las maravillas que hiciste entre ellos; Fueron tercos y eligieron un jefe para volver a su esclavitud en Egipto. Pero Tú eres un Dios de perdón, Clemente y compasivo, Lento para la ira y abundante en misericordia, Y no los abandonaste. (Nehemías 9:17)
Ni siquiera cuando hicieron Un becerro de metal fundido Y dijeron: 'Este es tu Dios Que te sacó de Egipto,' Y cometieron grandes blasfemias,
En Tu gran compasión, Tú no los abandonaste en el desierto. La columna de nube no los dejó de día Para guiarlos en el camino, Ni la columna de fuego de noche para alumbrarles el camino por donde debían andar. (Nehemías 9:19)
Y diste Tu buen Espíritu para instruirles; No retiraste Tu maná de su boca, Y les diste agua para su sed. (Nehemías 9:20)
Por cuarenta años proveíste para ellos en el desierto y nada les faltó, Sus vestidos no se gastaron ni se hincharon sus pies. (Nehemías 9:21)

Otras publicaciones relacionadas con "Nehemías 9:18":

Dr. Roberto Miranda
Buena semilla, pero mala tierra
El Capítulo 13 de Números relata la historia de los hebreos que se preparan para entrar en la Tierra Prometida, pero la primera generación de hebreos no pudo entrar debido a su incredulidad y falta de fe. Solo Caleb y Josué, quienes le creyeron a Dios, alcanzaron la bendición. Este artículo nos exhorta a convertirnos en tierra fértil para recibir las semillas de bendición que Dios quiere plantar en nosotros.


Samuel Acevedo
No temas, ni desmayes
En este artículo, Samuel Acevedo nos recuerda la importancia de no temer ni desmayar en nuestra vida cristiana y cómo mantener una relación viva con Dios para encontrar paz y bendición en Él.


Nehemías 9:18 - Referencia Cruzada

Y les dije: 'Cada uno arroje las cosas detestables que les atraen, y no se contaminen con los ídolos de Egipto; Yo soy el SEÑOR su Dios.' (Ezequiel 20:7)
Entonces volvió Moisés al SEÑOR y dijo: "¡Ay!, este pueblo ha cometido un gran pecado: se ha hecho un dios de oro. (Éxodo 32:31)
Hicieron un becerro en Horeb, Y adoraron una imagen de fundición; (Salmos 106:19)
El los tomó de sus manos y les dio forma con buril, e hizo de ellos un becerro de fundición. Y ellos dijeron: "Este es tu dios, Israel, que te ha sacado de la tierra de Egipto." (Éxodo 32:4)
Entonces el SEÑOR me dijo: 'Levántate; baja aprisa de aquí, porque tu pueblo que sacaste de Egipto se ha corrompido. Pronto se han apartado del camino que Yo les había ordenado; se han hecho un ídolo de fundición.' (Deuteronomio 9:12)