Nueva Biblia Latinoamericana
Pero cuando las habían devorado, no se podía notar que las hubieran devorado; pues su aspecto era tan feo como al principio. Entonces me desperté. (Génesis 41:21)
En mi sueño también vi que siete espigas llenas y hermosas crecían en una sola caña; (Génesis 41:22)
y que siete espigas marchitas, menudas y quemadas por el viento del este, brotaron después de aquéllas. (Génesis 41:23)
Las espigas menudas devoraron a las siete espigas hermosas. Se lo conté a los magos (sacerdotes adivinos), pero no hubo quien me lo pudiera explicar."
Entonces José dijo a Faraón: "Los dos sueños de Faraón son uno. Dios ha anunciado a Faraón lo que El va a hacer. (Génesis 41:25)
Las siete vacas hermosas son siete años, y las siete espigas hermosas son siete años. Los dos sueños son uno. (Génesis 41:26)
Y las siete vacas flacas y feas que subieron detrás de ellas son siete años, y las siete espigas quemadas por el viento del este serán siete años de hambre. (Génesis 41:27)

Otras publicaciones relacionadas con "Génesis 41:24":

Dr. Roberto Miranda
Génesis 37 - La vida de José
En este sermón, el pastor habla sobre la importancia de soñar en el Señor y cómo Dios habla a su pueblo a través de sueños y visiones. También enfatiza la importancia de perseverar y trabajar duro para realizar los sueños y estar atentos a las oportunidades que Dios nos presenta en el camino.


Dr. Roberto Miranda
Gran fé en Dios y gran incredulidad de personas que sólo miran el ahora
Este artículo habla sobre la importancia de creer en Dios y tener fe en su poder para cambiar situaciones difíciles. Se menciona la historia de Eliseo en Samaria y cómo representa la fe en Dios para cambiar situaciones imposibles. También se enfatiza la importancia de buscar más poder y autoridad profética de Dios para ser buscada por las autoridades civiles y religiosas de las ciudades y naciones.


Génesis 41:24 - Referencia Cruzada

Y por la mañana su espíritu estaba turbado, y mandó llamar a todos los magos (sacerdotes adivinos), y a todos sus sabios de Egipto. Faraón les contó sus sueños, pero no hubo quien se los pudiera interpretar a Faraón. (Génesis 41:8)
Entonces vinieron los magos (sacerdotes adivinos), los encantadores, los Caldeos (astrólogos) y los adivinos y les conté el sueño. Pero no pudieron darme su interpretación. (Daniel 4:7)
Entonces los magos (sacerdotes adivinos) dijeron a Faraón: "Este es el dedo de Dios." Pero el corazón de Faraón se endureció y no los escuchó, tal como el SEÑOR había dicho. (Éxodo 8:19)