Entonces Ezequías mandó ofrecer el holocausto sobre el altar. Cuando el holocausto comenzó, también comenzó el canto al SEÑOR con las trompetas, acompañado por los instrumentos de David, rey de Israel.
(2 Crónicas 29:27)
Mientras toda la asamblea adoraba, también los cantores cantaban y las trompetas sonaban; todo esto continuó hasta que se consumió el holocausto.
(2 Crónicas 29:28)
Después de consumido el holocausto, el rey y todos los que estaban con él se inclinaron y adoraron.
(2 Crónicas 29:29)
El rey Ezequías y los oficiales ordenaron a los Levitas que cantaran alabanzas al SEÑOR con las palabras de David y del vidente Asaf. Cantaron alabanzas con alegría, y se inclinaron y adoraron.
Entonces Ezequías dijo: "Ahora que ustedes se han consagrado al SEÑOR, acérquense y traigan sacrificios y ofrendas de gratitud a la casa del SEÑOR." Y la asamblea trajo sacrificios y ofrendas de gratitud, y todos los que quisieron trajeron holocaustos.
(2 Crónicas 29:31)
El número de los holocaustos que la asamblea trajo fue de 70 bueyes, 100 carneros y 200 corderos; todos estos fueron para el holocausto al SEÑOR.
(2 Crónicas 29:32)
Y las cosas consagradas fueron 600 bueyes y 3,000 ovejas.
(2 Crónicas 29:33)
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2 Crónicas 29:30 - Referencia Cruzada
Vengan, adoremos y postrémonos; Doblemos la rodilla ante el SEÑOR nuestro Hacedor.
(Salmos 95:6)
Salmo de acción de gracias. Aclamen con júbilo al SEÑOR, toda la tierra.
(Salmos 100:1)
Vengan, cantemos con gozo al SEÑOR, Aclamemos con júbilo a la roca de nuestra salvación.
(Salmos 95:1)
Alégrense en el SEÑOR y regocíjense, justos; Den voces de júbilo todos ustedes, los rectos de corazón.
(Salmos 32:11)
Alégrese Israel en su Creador; Regocíjense los hijos de Sion en su Rey.
(Salmos 149:2)
Entonces en aquel día David, por primera vez, puso en manos de Asaf y sus parientes este salmo para dar gracias al SEÑOR:
(1 Crónicas 16:7)
Estas son las últimas palabras de David: "Declara David, el hijo de Isaí, Y declara el hombre que fue exaltado, El ungido del Dios de Jacob, El dulce salmista de Israel:
(2 Samuel 23:1)
Regocíjense en el Señor siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocíjense!
(Filipenses 4:4)