Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces Abías se levantó en el Monte Zemaraim que está en la región montañosa de Efraín, y dijo: "Escúchenme, Jeroboam y todo Israel: (2 Crónicas 13:4)
¿No saben ustedes que el SEÑOR, Dios de Israel, dio a David el reino sobre Israel para siempre, a él y a sus hijos con pacto de sal? (2 Crónicas 13:5)
Pero Jeroboam, hijo de Nabat, siervo de Salomón, hijo de David, se alzó y se rebeló contra su señor. (2 Crónicas 13:6)
Con él se juntaron hombres indignos y malvados que prevalecieron sobre Roboam, hijo de Salomón, cuando Roboam era joven y tímido, y no pudo prevalecer contra ellos.
Y ahora ustedes intentan resistir al reinado del SEÑOR que está en manos de los hijos de David, porque son una gran multitud y tienen con ustedes los becerros de oro que Jeroboam les hizo por dioses. (2 Crónicas 13:8)
¿No han echado fuera ustedes a los hijos de Aarón, y a los sacerdotes del SEÑOR, y a los Levitas, y se han hecho sacerdotes como los pueblos de otras tierras? Cualquiera que venga a consagrarse con un novillo y siete carneros, aun éste puede llegar a ser sacerdote de los que no son dioses. (2 Crónicas 13:9)
Pero en cuanto a nosotros, el SEÑOR es nuestro Dios, y no Lo hemos abandonado; y los hijos de Aarón sirven al SEÑOR como sacerdotes, y los Levitas en sus funciones. (2 Crónicas 13:10)

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2 Crónicas 13:7 - Referencia Cruzada

Entonces entraron los dos hombres malvados y se sentaron delante de él; y los dos hombres malvados testificaron contra él, es decir, contra Nabot delante del pueblo, diciendo: "Nabot ha blasfemado a Dios y al rey." Y lo llevaron fuera de la ciudad, lo apedrearon y murió. (1 Reyes 21:13)
han salido hombres indignos de en medio de ti y han seducido a los habitantes de su ciudad, diciendo: 'Vamos y sirvamos a otros dioses' (a quienes no has conocido), (Deuteronomio 13:13)
Jefté huyó de sus hermanos y habitó en la tierra de Tob. Y hombres indignos se juntaron con Jefté y salían con él. (Jueces 11:3)
Sienten a dos hombres malvados delante de él que testifiquen contra él, diciendo: 'Tú has blasfemado a Dios y al rey.' Entonces sáquenlo y apedréenlo para que muera." (1 Reyes 21:10)
Todo el que estaba en apuros, todo el que estaba endeudado y todo el que estaba descontento se unió a él, y él vino a ser jefe sobre ellos. Y con él había unos 400 hombres. (1 Samuel 22:2)
Con los falsos no me he sentado, Ni con los hipócritas iré. (Salmos 26:4)
¡Ay de ti, tierra, cuyo rey es un muchacho, Y cuyos príncipes banquetean de mañana! (Eclesiastés 10:16)
Porque hay muchos rebeldes, habladores vanos y engañadores, especialmente los de la circuncisión (Judíos convertidos), (Tito 1:10)
Se fortaleció, pues, el rey Roboam en Jerusalén, y reinó. Roboam tenía cuarenta y un años cuando comenzó a reinar, y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad que el SEÑOR había escogido de entre todas las tribus de Israel para poner allí Su nombre. Y el nombre de su madre era Naama, la Amonita. (2 Crónicas 12:13)
Les daré muchachos por príncipes, Y niños caprichosos gobernarán sobre ellos. (Isaías 3:4)
Necios, sí, hijos sin nombre, Echados a latigazos de la tierra. (Job 30:8)
Pero los Judíos, llenos de envidia, llevaron algunos hombres malvados de la plaza pública, organizaron una turba y alborotaron la ciudad. Asaltando la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo. (Hechos 17:5)
Pues aunque ya debieran ser maestros, otra vez tienen necesidad de que alguien les enseñe los principios elementales de los oráculos (las palabras) de Dios, y han llegado a tener necesidad de leche y no de alimento sólido. (Hebreos 5:12)
El que labra su tierra se saciará de pan, Pero el que sigue propósitos vanos se llenará de pobreza. (Proverbios 28:19)
El que labra su tierra se saciará de pan, Pero el que persigue lo vano carece de entendimiento. (Proverbios 12:11)
Cuando todo Israel vio que el rey no los escuchaba, el pueblo respondió al rey: "¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos herencia con el hijo de Isaí. ¡Cada uno a su tienda, Israel! ¡Mire ahora por su casa, David!" Y todo Israel se fue a sus tiendas. (2 Crónicas 10:16)
Le dieron setenta piezas de plata de la casa de Baal Berit, con las cuales Abimelec tomó a sueldo hombres indignos y temerarios que lo siguieron. (Jueces 9:4)
Cuando Roboam llegó a Jerusalén, reunió la casa de Judá y Benjamín, 180,000 hombres, guerreros escogidos, para pelear contra Israel y restituir el reino a Roboam. (2 Crónicas 11:1)
Hermanos, no sean niños en la manera de pensar. Más bien, sean niños en la malicia, pero en la manera de pensar sean maduros. (1 Corintios 14:20)