Y ahora te envío a Hiram Abí, hombre hábil, dotado de entendimiento, (2 Crónicas 2:13)

hijo de una mujer de las hijas de Dan y cuyo padre es de Tiro, el cual sabe trabajar en oro, en plata, en bronce, en hierro, en piedra, en madera y en material de púrpura, violeta, lino y carmesí, y sabe hacer toda clase de grabados y cualquier diseño que se le asigne, para trabajar con tus expertos y con los expertos de mi señor David, tu padre. (2 Crónicas 2:14)

Ahora pues, envíe mi señor a sus siervos el trigo, la cebada, el aceite y el vino, de los cuales ha hablado. (2 Crónicas 2:15)

Salomón contó todos los extranjeros que estaban en la tierra de Israel, después del censo que su padre David había hecho; y se hallaron 153,600. (2 Crónicas 2:17)

Puso 70,000 de ellos a llevar cargas, 80,000 a labrar piedras en los montes y 3,600 como capataces para hacer trabajar al pueblo. (2 Crónicas 2:18)

Entonces Salomón comenzó a edificar la casa del SEÑOR en Jerusalén en el Monte Moriah, donde el SEÑOR se había aparecido a su padre David, en el lugar que David había preparado en la era de Ornán Jebuseo. (2 Crónicas 3:1)