Y la casa que voy a edificar será grande; porque nuestro Dios es grande, más que todos los dioses.
(2 Crónicas 2:5)Pero ¿quién será capaz de edificar una casa a Dios, cuando los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerlo? ¿Quién soy yo para que Le edifique una casa, aunque sólo sea para quemar incienso delante de El?
(2 Crónicas 2:6)Ahora pues, envíame un hombre diestro para trabajar en oro, en plata, en bronce, en hierro, y en material de púrpura, carmesí y violeta, y que sepa hacer grabados, para trabajar con los expertos que tengo en Judá y en Jerusalén, los cuales mi padre David proveyó.
(2 Crónicas 2:7)Envíame también del Líbano madera de cedro, ciprés y sándalo, porque yo sé que tus siervos saben cortar la madera del Líbano; y mis siervos trabajarán con tus siervos
para que me preparen madera en abundancia, porque la casa que voy a edificar será grande y maravillosa.
(2 Crónicas 2:9)Por mi parte yo daré a tus siervos, los trabajadores que cortan la madera, 4.4 millones de litros (20,000 coros) de trigo en grano, y 4.4 millones de litros de cebada, y 444,000 litros (20,000 batos) de vino, y 444,000 litros de aceite."
(2 Crónicas 2:10)Hiram, rey de Tiro, respondió en una carta que envió a Salomón: "Por cuanto el SEÑOR ama a Su pueblo, te ha hecho rey sobre ellos."
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2 Crónicas 2:8 - Referencia Cruzada
Ahora pues, ordena que me corten cedros del Líbano, y mis siervos estarán con tus siervos. Te daré salarios para tus siervos conforme a todo lo que tú digas, pues sabes que no hay nadie entre nosotros que sepa labrar madera como los Sidonios."
(1 Reyes 5:6)Y los siervos de Hiram y los siervos de Salomón que habían traído oro de Ofir, trajeron también madera de sándalo y piedras preciosas.
(2 Crónicas 9:10)También las naves de Hiram, que habían traído oro de Ofir, trajeron de allí gran cantidad de madera de sándalo y piedras preciosas.
(1 Reyes 10:11)