Nueva Biblia Latinoamericana
Pero el rey David dijo a Ornán: "No, sino que ciertamente lo compraré por su justo precio; porque no tomaré para el SEÑOR lo que es tuyo, ni ofreceré un holocausto que no me cueste nada." (1 Crónicas 21:24)
Y David dio a Ornán el peso de 600 siclos (6.84 kilos) de oro por el lugar. (1 Crónicas 21:25)
Entonces David edificó allí un altar al SEÑOR, y ofreció holocaustos y ofrendas de paz. E invocó al SEÑOR, y El le respondió con fuego del cielo sobre el altar del holocausto. (1 Crónicas 21:26)
Y el SEÑOR ordenó al ángel, y éste volvió su espada a la vaina.
En aquel tiempo, viendo David que el SEÑOR le había respondido en la era de Ornán el Jebuseo, ofreció allí sacrificios; (1 Crónicas 21:28)
porque el tabernáculo del SEÑOR que Moisés había hecho en el desierto y el altar del holocausto estaban en aquel tiempo en el lugar alto en Gabaón. (1 Crónicas 21:29)
Pero David no pudo ir allá, delante del altar, para consultar a Dios, porque estaba aterrado a causa de la espada del ángel del SEÑOR. (1 Crónicas 21:30)

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1 Crónicas 21:27 - Referencia Cruzada

Bendigan al SEÑOR, ustedes Sus ángeles, Poderosos en fortaleza, que ejecutan Su mandato, Obedeciendo la voz de Su palabra. (Salmos 103:20)
Cuando el ángel extendió su mano hacia Jerusalén para destruirla, el SEÑOR se arrepintió del mal, y dijo al ángel que destruía al pueblo: "¡Basta! ¡Detén ahora tu mano!" Y el ángel del SEÑOR estaba junto a la era de Arauna el Jebuseo. (2 Samuel 24:16)
Después Dios envió un ángel a Jerusalén para destruirla; pero cuando estaba a punto de destruirla, el SEÑOR miró y sintió pesar por la calamidad, y dijo al ángel destructor: "Basta, detén ahora tu mano." Y el ángel del SEÑOR estaba junto a la era de Ornán el Jebuseo. (1 Crónicas 21:15)
Y volviéndose Ornán, vio al ángel, pero sus cuatro hijos que estaban con él se escondieron. Y Ornán estaba trillando trigo. (1 Crónicas 21:20)
tres años de hambre, o tres meses de derrota delante de tus adversarios mientras te alcanza la espada de tus enemigos, o tres días de la espada del SEÑOR, esto es, la pestilencia en la tierra y el ángel del SEÑOR haciendo estragos por todo el territorio de Israel.' Ahora pues, considera qué respuesta he de llevar al que Me envió." (1 Crónicas 21:12)
¡Ay, espada del SEÑOR! ¿Hasta cuándo estarás inquieta? Vuélvete a tu vaina, Reposa y cálmate. (Jeremías 47:6)
Vuélvela a su vaina. En el lugar donde fuiste creada, en tu tierra de origen, te juzgaré. (Ezequiel 21:30)
Entonces Jesús le dijo: "Vuelve tu espada a su sitio, porque todos los que tomen la espada, a espada perecerán. (Mateo 26:52)
¿No son todos ellos espíritus ministradores, enviados para servir por causa de los que heredarán la salvación? (Hebreos 1:14)
Jesús le dijo a Pedro: "Mete la espada en la vaina. La copa que el Padre Me ha dado, ¿acaso no he de beberla?" (Juan 18:11)