Entonces Eliaquim, hijo de Hilcías, mayordomo de la casa real, el escriba Sebna y el cronista Joa, hijo de Asaf, fueron a Ezequías con sus vestidos rasgados, y le relataron las palabras del Rabsaces.
(2 Reyes 18:37)Cuando el rey Ezequías oyó esto rasgó sus vestidos, se cubrió de cilicio y entró en la casa del SEÑOR.
(2 Reyes 19:1)Envió entonces a Eliaquim, mayordomo de la casa real, con el escriba Sebna y los ancianos de los sacerdotes, cubiertos de cilicio, para hablar con el profeta Isaías, hijo de Amoz.
(2 Reyes 19:2)Y ellos le dijeron: "Así dice Ezequías: 'Este día es día de angustia, de reprensión y de desprecio, pues hijos están para nacer, pero no hay fuerzas para dar a luz.
Tal vez el SEÑOR tu Dios oirá todas las palabras del Rabsaces, a quien su señor, el rey de Asiria, ha enviado para injuriar al Dios vivo, y lo reprenderá por las palabras que el SEÑOR tu Dios ha oído. Eleva, pues, una oración por el remanente que aún queda.'"
(2 Reyes 19:4)Cuando llegaron los siervos del rey Ezequías ante Isaías,
(2 Reyes 19:5)éste les dijo: "Así dirán a su señor: 'Así dice el SEÑOR: "No temas por las palabras que has oído, con las que los criados del rey de Asiria Me han blasfemado.
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2 Reyes 19:3 - Referencia Cruzada
No endurezcan su corazón como en Meriba, Como en el día de Masah en el desierto,
(Salmos 95:8)Yo que hago que se abra la matriz, ¿no haré nacer?" dice el SEÑOR. "Yo que hago nacer, ¿cerraré la matriz?," dice tu Dios.
(Isaías 66:9)Porque así dice el SEÑOR: 'He oído voces de terror, De pánico, y no de paz.
(Jeremías 30:5)Así dice el rey: 'Que no los engañe Ezequías, porque él no los podrá librar de mi mano;
(2 Reyes 18:29)Con castigos reprendes al hombre por su iniquidad; Como la polilla, consumes lo que es más precioso para él. Ciertamente, todo hombre es sólo un soplo. (Selah)
(Salmos 39:11)Dolores de parto vienen sobre él; No es un hijo sensato, Porque no es hora de que se demore en abrirse la matriz.
(Oseas 13:13)Como la mujer encinta, al acercarse el momento de dar a luz, Se retuerce y grita en sus dolores de parto, Así éramos nosotros delante de Ti, oh SEÑOR.
(Isaías 26:17)Por lo cual se dice: "SI USTEDES OYEN HOY SU VOZ, NO ENDUREZCAN SUS CORAZONES, COMO EN LA PROVOCACION."
(Hebreos 3:15)Ten piedad de nosotros, oh SEÑOR, ten piedad de nosotros, Porque ya no soportamos el desprecio.
(Salmos 123:3)Me iré y volveré a Mi lugar Hasta que reconozcan su culpa y busquen Mi rostro; En su angustia Me buscarán con diligencia.
(Oseas 5:15)