y los Aveos hicieron a Nibhaz y a Tartac; y los de Sefarvaim quemaban a sus hijos en el fuego como ofrenda a Adramelec y Anamelec, dioses de Sefarvaim. (2 Reyes 17:31)

También temían (reverenciaban) al SEÑOR pero nombraron de entre sí sacerdotes de los lugares altos, que oficiaban por ellos en las casas de los lugares altos. (2 Reyes 17:32)

Temían al SEÑOR pero servían a sus dioses conforme a la costumbre de las naciones de donde habían sido llevados al destierro. (2 Reyes 17:33)

Hasta el día de hoy siguen haciendo conforme a sus antiguas costumbres. No temen (reverencian) al SEÑOR, ni siguen sus estatutos ni sus ordenanzas ni la ley ni el mandamiento que el SEÑOR había ordenado a los hijos de Jacob, a quien puso el nombre de Israel,

con los cuales el SEÑOR hizo un pacto y les ordenó: "No temerán (reverenciarán) a otros dioses ni se inclinarán ante ellos, no los servirán ni les ofrecerán sacrificios. (2 Reyes 17:35)

Sino que al SEÑOR, que los hizo subir de la tierra de Egipto con gran poder y con brazo extendido, a El temerán (reverenciarán) y ante El se inclinarán y a El ofrecerán sacrificios. (2 Reyes 17:36)

Y los estatutos, las ordenanzas, la ley y el mandamiento que El les escribió, cuidarán de cumplirlos siempre, y no temerán a otros dioses. (2 Reyes 17:37)

Otras publicaciones relacionadas con "2 Reyes 17:34":

No temas, ni desmayes
En este artículo, Samuel Acevedo nos recuerda la importancia de no temer ni desmayar en nuestra vida cristiana y cómo mantener una relación viva con Dios para encontrar paz y bendición en Él.

Nuestra fe debe afectar todos los aspectos de nuestra vida
Consejos sobre cómo la fe debe afectar todos los aspectos de nuestra vida, desde nuestras creencias hasta nuestras decisiones públicas y políticas. Al renunciar al pecado y vivir según los principios espirituales, podemos recibir la bendición de Dios.

2 Reyes 17:34 - Referencia Cruzada

Elías tomó doce piedras conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, a quien había venido la palabra del SEÑOR, diciendo: "Israel será tu nombre." (1 Reyes 18:31)

Y el hombre dijo: "Tu nombre ya no será Jacob, sino Israel (El que lucha con Dios), porque has luchado con Dios y con los hombres, y has prevalecido." (Génesis 32:28)

Y ahora dices: 'Ve, dile a tu señor: "Aquí está Elías."' (1 Reyes 18:11)

Y el rey de Asiria ordenó: "Lleven allá a uno de los sacerdotes que ustedes llevaron al destierro, y que él vaya y habite allí; y que les enseñe la costumbre del dios de la tierra." (2 Reyes 17:27)

Y Dios le dijo: "Tu nombre es Jacob; No te llamarás más Jacob, Sino que tu nombre será Israel." Y le puso el nombre de Israel. (Génesis 35:10)

Temían al SEÑOR pero servían a sus dioses conforme a la costumbre de las naciones de donde habían sido llevados al destierro. (2 Reyes 17:33)

Al principio de habitar ellos allí, no temieron al SEÑOR, así que el SEÑOR envió leones entre ellos que mataron a muchos de ellos. (2 Reyes 17:25)

Allí levantó un altar, y lo llamó: El Elohe Israel (Dios, el Dios de Israel). (Génesis 33:20)

y le dijo a Jeroboam: "Toma para ti diez pedazos; porque así dice el SEÑOR, Dios de Israel: 'Voy a arrancar el reino de la mano de Salomón y a ti te daré diez tribus (1 Reyes 11:31)

Oigan esto, casa de Jacob, los que llevan el nombre de Israel Y salieron de las entrañas de Judá, Los que juran por el nombre del SEÑOR Y hacen mención del Dios de Israel, Pero no en verdad ni en justicia, (Isaías 48:1)