Volver el corazón de los hijos a los padres

(Audio: Español)

RESUMEN: En el Capítulo 4 del libro de Malaquías, se nos llama a recordar la ley de Moisés y se nos dice que el profeta Elías será enviado antes del gran y terrible día del Señor. Elías representa el espíritu profético que hace volver el corazón del pueblo a Dios. El ministerio profético tiene la habilidad de atraer los corazones al Señor y provocar una consagración y una entrega a Él.

El ministerio profético tiene la habilidad de atraer los corazones al Señor y provocar una consagración y entrega total. Juan el Bautista y Elías fueron profetas confrontativos que vinieron de parte de Dios para hacer volver el corazón del pueblo a Jehová Dios. En el último tiempo, el Espíritu Santo también vendrá para preparar un pueblo con un corazón bien dispuesto para recibir al Señor. La profecía de Malaquías tiene que ver con una reconciliación transgeneracional entre padres e hijos para agradar el corazón de Dios y evitar que la tierra sea maldita. La familia de la autora tuvo un gran cambio al convertirse al Señor, pero luego cada uno se alejó por diferentes circunstancias. La autora buscó en el Señor una solución para restaurar su familia.

La autora comparte su testimonio de cómo sus hijos se alejaron del Señor y se involucraron en el mundo de las drogas y la música satánica. A través de la oración y la fe en Dios, sus hijos se arrepintieron y volvieron al Señor. Ahora, la familia es restaurada y trabajan juntos en el ministerio de Dios. La autora anima a los padres y abuelos que tienen problemas con sus hijos a buscar a Dios para la restauración de sus familias. La autora también invita a los padres y abuelos a unirse en oración por la reconciliación de las generaciones.

El orador pide a los padres e hijos o abuelos, padres e hijos, que están juntos en la audiencia que se unan. Declara una palabra de restauración y pide que sean agentes de reconciliación entre las generaciones.

Es un privilegio tener a la Dra. Emma de Sosa con nosotros y su esposa, el hermano Rigoberto de Sosa y yo quiero invitar a la Dra Emma de Sosa que pase por aquí. Denle un gran aplauso de bienvenida, una mujer de Dios que nos ha bendecido con sus enseñanzas y que yo sé que tiene algo muy especial. Yo creo que le podemos pedir a ella que se tome el tiempo que ella necesite para exponer la palabra. Amen. Hermanos, el tiempo es del Señor, ok. Venimos a la casa de Dios y venimos a que el Espíritu Santo se posea y glorifique en nosotros. Olvídese de las habichuelas, los frijoles que dejó allá en la casa, si se queman, eso es asunto de ellos, que los bomberos lleguen allá a tiempo y hagan lo que tienen que hacer, pero nosotros vamos a escuchar la palabra del Señor. Vamos a seguir, que privilegio tenemos de escuchar la palabra de Dios.

Dios nos ha bendecido hoy con una alabanza poderosa, con un tiempo, satúrese, que sus baterías estén full cuando salga de aquí hoy, gloria al Señor. Denle de nuevo a nuestra hermana Ema de Sosa, en el nombre del Jesús la bendecimos. Gracias, hermana.