Vida plena para dar ejemplo
Faustino de Jesús Zamora VargasCristo es nuestro modelo por excelencia. No hay otro. A través del tiempo han existido hombres y mujeres piadosos que mostraron una vida de consagración y de visible integridad, pero no hay uno solo, ni por su relación con el Señor, ni por su y su prójimo haya resultado inmaculado e irreprochable. El modelo y el ejemplo es nuestro Señor Jesucristo.
Las misericordias del Dios altísimo se han manifestado por siglos a la iglesia fundada por su Hijo aquel Pentecostés glorioso del primer siglo que marcó la pauta de un nuevo curso en la historia del pueblo de Dios. El advenimiento del Espíritu Santo y la manifestación de los dones espirituales en el creyente, iniciaron, junto a la expresión de las más hermosas bendiciones de Dios para sus hijos, la corrida desenfrenada de algunos hacia la falsificación y la errónea interpretación de la Palabra infalible de Dios.