Todo comenzó dando

RESUMEN: Debemos adoptar una ética de dar constantemente, no solo cuando queremos algo de Dios. Dar y compartir debe ser algo natural para nosotros. La Biblia nos aconseja invertir visionariamente y sembrar en personas, proyectos e iniciativas. Jesús fue generoso al darse por nosotros y al obedecer al Padre. Si adoptamos su actitud y comportamiento en nuestra vida, experimentaremos la bendición de Dios. Al crucificar nuestro egoísmo y preferir a los demás, entramos en la misma dinámica que practicó Cristo Jesús y recibimos beneficios similares. Si perdemos nuestra vida imitando a Jesucristo, la ganaremos como él la ganó.

Tenemos que adoptar una ética de dar constantemente, no solamente cuando queremos que Dios haga algo a nuestro favor. Debemos dar más bien porque esa ha venido a ser nuestra naturaleza misma.

Que Dios me haya convertido en un dador alegre, no una persona que da solamente cuando hay una necesidad, o cuando le conviene, o cuando quiere sacar algo de Dios. Dar y compartir debe ser algo que se desprenda en una forma natural de nosotros.