Sermon clásico #6053: Dios quiere prosperarnos
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
El libro de Éxodo nos invita a pensar en el propósito positivo de Dios para nuestra vida. En el capítulo 1, vemos cómo Dios bendijo al pueblo de Israel haciéndolo fructificar y multiplicarse en extremo. Este es un ejemplo de cómo Dios también quiere bendecirnos y prosperarnos a nosotros. Somos el nuevo Israel y Dios tiene un plan de bendición y prosperidad para nosotros en Cristo Jesús. Aunque las pruebas y dificultades pueden venir, Dios está obrando en nuestra vida individualmente y colectivamente para llevar a cabo su propósito de salvación y redención. Debemos confiar en que Dios quiere bendecirnos y prosperarnos en todas las cosas.
El plan de Dios para su pueblo es abundante y generoso, y debemos tener una postura positiva y optimista en la vida cristiana. Aunque hay momentos de tristeza y depresión, debemos recordar que Dios quiere bendecirnos en todos los aspectos de nuestra vida. El enemigo, simbolizado por Faraón en Éxodo, quiere mantener al pueblo pequeño y limitado, y podemos interpretar muchas situaciones negativas en nuestra vida como parte de su estrategia para fatigarnos y debilitarnos. Es importante recordar que tenemos un enemigo espiritual, pero Dios es más grande y tiene un plan abundante para nosotros.
El método de Satanás es operar a través de la sabiduría y la astucia. Él prefiere obrar sicológicamente para cansarnos y limitarnos en nuestra vida material y espiritual. Para combatirlo, debemos ejercitarnos en las cosas de Dios, estudiar la Biblia, orar y pedir sabiduría divina. No dejemos que las luchas y presiones de la vida nos alejen de servir al Señor y de estar en comunión con Él. No permitamos que Satanás gane victorias en nuestras vidas.Libro de Éxodo, capitulo 1. Los versículos nos invitan a pensar en el propósito de Dios, el propósito positivo de Dios para nuestra vida, y si tuviéramos que escoger un versículo que resumiera esto que queremos decir, hay un pasaje que yo siempre he dicho que no se ha aplicado bien en términos de hermenéutica o de interpretación bíblica, en ocasiones en que yo le he oído aplicarse, pero que en un sentido, podríamos aplicarlo a lo que Dios quiere para nosotros.
Y miren es en tercera de Juan, capítulo 1, versículo 2; donde Juan le dice al anciano Gallo a quien le escribe una carta y le dice: "Amado - y en ese caso podríamos pensar que es Dios diciéndonos a nosotros, eso que le dice Juan a Gallo- yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera tu alma”.