Porque permite Dios a Satanás que te moleste?
Omar Soto(Audio: Español)
Dios, gracias una vez más por la oportunidad que me concedes de poder compartir una palabra con mis hermanos y hermanas en este día tan particular que tu nos das. Dios, como te pedí esta mañana vuelvo a decirlo, Señor, que las palabras que salgan de mi boca, la meditación que esté en mi corazón sea para traer honra y gloria a tu nombre, sea para traer convicción a los corazones de tus hijos e hijas, y como bien confío en ti, Señor, esta palabra no va a volver atrás vacía sino que va a cumplir aquello para lo cual tu lo estás enviando. Así que, Señor, me pongo en tus manos y que tu Espíritu Santo hable a cada uno de nuestras vidas. Gracias, Señor. Amen y amen.
Bien hermanos, les invito a que busquen sus Biblias, vamos a entrar en el libro de Lucas, Capítulo 22 y antes de entrar de lleno en el mensaje quisiera solamente resumir acerca de algunas de las palabras que el pastor Roberto Miranda compartió con nosotros el domingo pasado. ¿Cuántos de ustedes se acuerdan de ese mensaje del domingo pasado? ¿Cuántos de ustedes se fueron de aquí sintiéndolo? Deja ver las manos, ¿cuántos lo sintieron? Y cuando digo lo sintieron, que es como que alistaos, alistaos, ese tipo de sentir, no como que guau, que lindo. No es eso, sino como que esas palabras como que cuando llegan son como que guau, esos jalones de oreja que verdaderamente hay que prestar atención por así decirlo.