Perfíl de un hombre recto
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
El texto de Job nos muestra a un hombre recto y también un padre ejemplar. El hombre es una criatura misteriosa y bella, creada por Dios para divertirse y resolver una tarea cósmica. Aunque a veces vemos fallos en el hombre, cuando camina bien es un espectáculo hermoso. La Biblia establece al hombre como líder y sacerdote en su hogar y en la iglesia. Sin embargo, esto no significa que el hombre sea superior a la mujer ontológicamente, ya que ambos son iguales ante los ojos de Dios y son complementarios en la economía de la creación. La mujer es tan importante como el hombre, y juntos declaran la complejidad absoluta del Dios que los creó.
El hombre y la mujer son complementarios y necesarios el uno para el otro. No hay superioridad de uno sobre el otro. Sin embargo, en muchas partes del mundo y en la iglesia misma, hay abuso y opresión de la mujer por parte del hombre. Los hombres deben buscar modelos positivos de masculinidad en la Biblia y no en la cultura secular. Un buen hombre recibe sus instrucciones de la palabra de Dios, dirige por ejemplo y no por decreto, y es un jugador de equipo en su hogar. Los hijos deben ser valorados y tratados como entidades dignas.
Un hombre modelo es aquel que ama y respeta a su esposa, cuida y valora a sus hijos, es un jugador en equipo y un sacerdote en su hogar. Debe orar por su familia y su iglesia, y dejar un legado de recuerdos y una imagen atesorable para sus hijos. Si hemos fallado en alguna área, Dios es poderoso para rectificar todo y bendecir nuestra vida. Debemos atesorar el consejo de Dios y ponerlo en práctica en todo lo posible. En resumen, debemos buscar una masculinidad y feminidad bendecida y bíblica.Job, capítulo 1, versículos del 1 al 5: “.... Hubo en tierra de Us un varón llamado Job y era éste hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal y le nacieron 7 hijos y 3 hijas, era fértil el hombre, su hacienda era 7000 ovejas, 3000 camellos, 500 yuntas de bueyes, 500 asnas y muchísimos criados y era aquel varón más grande que todos los orientales e iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas cada uno en su día y enviaban a llamar a sus tres hermanas para que comiesen y bebiesen con ellos y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos, porque decía Job: quizá habrán pecado mis hijos y habrán blasfemado contra Dios en sus corazones. De esta manera hacía todos los días”. Bendiga el Señor su santa palabra.
A veces cuando pensamos en Job solamente pensamos en su sufrimiento y su agonía extendida, pero no pensamos en este hombre que pudo rebasar y superar todas sus crisis terribles, y su tragedia porque era un hombre de corazón recto y eso fue lo que le acarreó, irónicamente su prueba. Pero Job era además de un hombre recto era un padre ejemplar. Esta mañana yo le pedí al Señor un texto base para mi meditación y me vino a la imagen lo que Job hacía y que en algún momento del sermón voy a tener tiempo para tocar un poquito sobre lo que dice este texto.