Papá te está esperando
Faustino de Jesús Zamora VargasSi Ud. ha llegado hasta esta Navidad sintiéndose como el hijo pródigo cuando este quiso conocer el mundo y malgastó su herencia, deténgase y escuche. ¡Papá le está esperando! ¿Puedes creerlo? Sí, por eso Cristo nació allá en Belén y también, cuando Él lo quiso, en tu corazón. No te contengas; hay leña en el fuego de Su hogar y ya está preparando las nuevas vestimentas para cubrirte doblemente después del abrazo. Hay fiesta en su corazón por tu regreso. Su tristeza se esfumó cuando supo que volviste a pensar en Él, en su cuidado y en el descanso seguro que le dio a tu vida mientras permaneciste a su lado. ¿Qué anduviste por tu cuenta y malgastaste sus bendiciones? No te culpes tanto. Piensa en sus brazos abiertos y su cálida mejilla el día aquel que le diste el primer beso filial de niño agradecido, feliz de su presencia en tu vida. Él sabe que en el fondo de tu corazón, tú no le has olvidado.
¿Qué te detiene? ¿El éxito aparente que disfrutas sin Él? ¿Tus riquezas y bienes alcanzados con las muchas bendiciones que alguna vez te dio? ¿Acaso las guirnaldas de colores de tu arbolito de Navidad no te deja ver la Cruz? Medita sólo un poco. ¡Papá te está esperando!