Vida plena por fe
Faustino de Jesús Zamora VargasEl sentido de la vida plena se sustenta en la fe. No de la fe temporal que se acuerda de Dios sólo cuando la tormenta es inevitable, o la fe intelectual que se consuela en dar créditos como un ejercicio más del intelecto, sino de la fe salvadora, la que coloca a Cristo en el primer lugar de la vida, la fe que se desborda por encima de las dificultades. No hay vida plena en Cristo, si no hay plena fe.
¿Plena de qué?- preguntaría un impío. Quien no está en Cristo no puede entender esta plenitud. La Biblia dice que las cosas espirituales sólo pueden discernirse espiritualmente. Nuestra espiritualidad no proviene de nuestro entendimiento, ni de nuestros gustos por las bellas artes o nuestra inclinación por la poesía, la literatura o el buen cine, sino del Espíritu Santo. Así es la fe, la fe salvadora. La vida plena en Cristo no se somete a los designios de la voluntad propia, sino a los preceptos que apuntan con certeza que hay un Dios, vivo y que está entre nosotros. Esa es la fe que hemos recibido del Espíritu, que Cristo vino a buscar a los pecadores para redimirlos de la esclavitud del pecado y ofrecerles vida eterna.