El dilema de la colaboración con los incrédulos
Dr. Roberto MirandaLas profundas palabras de Jesucristo: "Están en el mundo pero no son del mundo" constituyen una espinosa paradoja para la Iglesia. Estamos llamados a apartarnos del mundo y separarnos para el servicio a un Dios infinitamente santo. Pero también se nos insta a ser sal de la tierra, a ser eminentemente astutos y flexibles, adaptándonos sabiamente a nuestro contexto social a fin de, como dice Pablo, “de todos modos salvar a algunos” (ver I Corintios 9:19-23).
Sin duda alguna, los hijos de Dios estamos llamados a cultivar oportunidades para compartir nuestro testimonio y nuestra fe con los que no conocen el evangelio. Esto inevitablemente nos llevará a tener contacto, y a veces hasta a colaborar, con instituciones y gente que no comparte nuestros valores cristianos.