Con práctica persistente alcanzarás tus metas
Dr. Roberto MirandaHace un tiempo leí acerca del caso de Tony Meléndez, un joven nicaragüense que nació sin brazos como consecuencia de una medicina tomada por su madre durante el embarazo. En su niñez, sus padres se trasladaron a Estados Unidos a fin de proveerle un mejor cuidado médico para su condición. En algún momento durante su infancia, Tony comenzó a tratar de tocar el teclado y la guitarra con los dedos de los pies. Después de muchos años de práctica, desarrolló tal destreza que llegó a cantar y tocar en lugares públicos, impresionando a todo el mundo con su rara habilidad. Durante su juventud, Tony re-descubrió su fe católica y comenzó a involucrarse activamente en el programa de su iglesia local. Se hizo tan popular en los círculos católicos de su ciudad que llegó a participar musicalmente hasta cinco veces por domingo en diferentes misas del área. Se ganó la atención de gente influyente, incluyendo una de las personas encargadas de organizar el programa para la visita del papa Juan Pablo II a Estados Unidos en 1987.
“Alguien sacó mi nombre de alguna parte y me pidió que asistiera a una reunión” recuerda Tony en un apunte biográfico. “No estaba seguro de qué se trataba”. Resultó ser una audición para el evento, y Tony fue aceptado. “Me entusiasmé muchísimo cuando lo supe”, añade. La presentación de Tony impresionó tanto al Papa que este salió de su asiento, bajó de la tarima y le planto un beso al sorprendido cantante. Las palabras del pontífice fueron de gran aliento para él, y transformaron su vida y su carrera musical: “Tony, verdaderamente tú eres un joven valiente. Nos estás dando esperanza a todos nosotros. Mi deseo para ti es que continúes dando esperanza a toda la gente”. El auditorio estalló en aplauso entusiasta.