Nueva Biblia Latinoamericana
Ahora, cuando esta carta llegue a ustedes, como los hijos de su señor están con ustedes, así como también los carros y los caballos y una ciudad fortificada y las armas, (2 Kings 10:2)
escojan al mejor y más capaz de entre los hijos de su señor, y pónganlo en el trono de su padre, y luchen por la casa de su señor." (2 Kings 10:3)
Pero ellos temieron en gran manera y dijeron: "Si los dos reyes no pudieron sostenerse delante de él; ¿cómo, pues, podremos sostenernos nosotros?" (2 Kings 10:4)
Y el que estaba a cargo de la casa, y el que estaba sobre la ciudad, los ancianos, y los preceptores de los hijos, enviaron palabra a Jehú, diciendo: "Somos sus siervos, haremos todo lo que nos digas, a nadie proclamaremos rey. Haga usted lo que le parezca bien."
Entonces por segunda vez les escribió una carta, diciendo: "Si están de mi parte y escuchan mi voz, tomen las cabezas de los hombres, de los hijos de su señor, y vengan a verme a Jezreel mañana a estas horas." Y los hijos del rey, setenta personas, estaban con los principales de la ciudad, que los criaban. (2 Kings 10:6)
Cuando les llegó la carta, tomaron a los hijos del rey y los degollaron, setenta personas, pusieron sus cabezas en canastas y se las enviaron a Jehú en Jezreel. (2 Kings 10:7)
Cuando el mensajero vino y le avisó: "Han traído las cabezas de los hijos del rey," él dijo: "Pónganlas en dos montones a la entrada de la puerta hasta la mañana." (2 Kings 10:8)

Other publications related to "2 Kings 10:5":

Dr. Roberto Miranda
From crisis to blessing
Learn from King Jehoshaphats example and seek the Lords guidance through prayer and fasting in times of crisis. Remember the things God has done and gather with your Christian community for support and unity.


Dr. Roberto Miranda
feet of clay
Dr. Roberto Miranda discusses his book Feet of Clay which explores the imperfections of King Jehoshaphat and encourages readers to find and stand on the specific word of God in times of crisis.


2 Kings 10:5 - Cross Reference

No los escuchen; sirvan al rey de Babilonia y vivirán. ¿Por qué ha de convertirse en ruinas esta ciudad? (Jeremiah 27:17)
Entonces Ezequías, rey de Judá, envió a decir al rey de Asiria en Laquis: "He hecho lo malo. Retírate de mí; lo que me impongas, aceptaré." Y el rey de Asiria impuso a Ezequías, rey de Judá, 10.2 toneladas de plata y una tonelada de oro. (2 Kings 18:14)
Y nuestros ancianos y todos los habitantes de nuestro país nos dijeron: 'Tomen provisiones en su mano para el camino, vayan a su encuentro y díganles: "Somos siervos de ustedes; hagan, pues, pacto con nosotros."' (Joshua 9:11)
Respondieron ellos a Josué: "Somos tus siervos." Y Josué les preguntó: "¿Quiénes son, y de dónde vienen?" (Joshua 9:8)
Se ciñeron cilicio en sus lomos, pusieron cuerdas sobre sus cabezas y vinieron al rey de Israel, y dijeron: "Su siervo Ben Adad dice: 'Te ruego que me perdones la vida.'" Y él dijo: "¿Vive todavía? Es mi hermano." (1 Kings 20:32)
Si alguien Me sirve, que Me siga; y donde Yo estoy, allí también estará Mi servidor; si alguien Me sirve, el Padre lo honrará. (John 12:26)
El rey de Israel le respondió: "Sea conforme a tu palabra, oh rey, señor mío; tuyo soy yo y todo lo que tengo." (1 Kings 20:4)
Y ellos respondieron a Josué: "Porque ciertamente tus siervos fueron informados de que el SEÑOR tu Dios había ordenado a Su siervo Moisés que les diera toda la tierra, y que destruyera a todos los habitantes de la tierra delante de ustedes. Por tanto, temimos en gran manera por nuestras vidas a causa de ustedes, y hemos hecho esto. (Joshua 9:24)
Y todas las naciones le servirán a él, a su hijo, y al hijo de su hijo, hasta que llegue también la hora a su propia tierra; entonces muchas naciones y grandes reyes lo harán su siervo. (Jeremiah 27:7)