Nueva Biblia Latinoamericana
Pero el rey de Aram había ordenado a los treinta y dos capitanes de sus carros, diciendo: "No peleen contra chico ni contra grande, sino sólo contra el rey de Israel." (1 Kings 22:31)
Cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: "Ciertamente éste es el rey de Israel," y se desviaron para pelear contra él, pero Josafat gritó. (1 Kings 22:32)
Al ver los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, dejaron de perseguirlo. (1 Kings 22:33)
Un hombre disparó su arco al azar e hirió al rey de Israel por entre la juntura de la armadura. Y él dijo a su cochero: "Da la vuelta y sácame de la batalla, pues estoy gravemente herido."
Pero la batalla arreció aquel día, y el rey fue sostenido en su carro frente a los Arameos y al atardecer murió. La sangre de la herida corría hasta el fondo del carro. (1 Kings 22:35)
A la puesta del sol, pasó un grito por el ejército que decía: "Cada hombre a su ciudad y cada uno a su tierra." (1 Kings 22:36)
Pues el rey había muerto. Y fue llevado a Samaria, y sepultaron al rey en Samaria. (1 Kings 22:37)

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1 Kings 22:34 - Cross Reference

David metió la mano en su saco, sacó de él una piedra, la lanzó con la honda, e hirió al Filisteo en la frente. La piedra se hundió en su frente y Goliat cayó a tierra sobre su rostro. (1 Samuel 17:49)
Y los arqueros hirieron al rey Josías, y el rey dijo a sus siervos: "Llévenme, porque estoy gravemente herido." (2 Chronicles 35:23)
Pero Jehú entesó su arco con toda su fuerza e hirió a Joram en la espalda; y la flecha salió por su corazón y se desplomó en su carro. (2 Kings 9:24)
Con Absalón fueron 200 hombres de Jerusalén como invitados; fueron inocentemente, sin saber nada. (2 Samuel 15:11)
Por eso Yo también te haré enfermar, hiriéndote, Asolándote por tus pecados. (Micah 6:13)
También tenían corazas como corazas de hierro. El ruido de sus alas era como el estruendo de carros, de muchos caballos que se lanzan a la batalla. (Revelation 9:9)
Pero el rey de Aram había ordenado a los capitanes de sus carros: "No peleen contra chico ni contra grande, sino sólo contra el rey de Israel." (2 Chronicles 18:30)