Nueva Biblia Latinoamericana
Pero el SEÑOR dijo a mi padre David: 'Por cuanto tuviste en tu corazón edificar una casa a Mi nombre, bien hiciste en desearlo en tu corazón. (1 Kings 8:18)
Sin embargo, tú no edificarás la casa, sino que tu hijo que te nacerá, él edificará la casa a Mi nombre.' (1 Kings 8:19)
Ahora el SEÑOR ha cumplido la palabra que había dicho, pues yo me he levantado en lugar de mi padre David y me he sentado en el trono de Israel, como el SEÑOR prometió, y he edificado la casa al nombre del SEÑOR, Dios de Israel. (1 Kings 8:20)
Y he puesto allí un lugar para el arca, en la cual está el pacto del SEÑOR que El hizo con nuestros padres cuando los trajo de la tierra de Egipto."
Entonces Salomón se puso delante del altar del SEÑOR en presencia de toda la asamblea de Israel y extendió las manos al cielo. (1 Kings 8:22)
Y dijo: "Oh SEÑOR, Dios de Israel, no hay Dios como Tú ni arriba en los cielos ni abajo en la tierra, que guardas el pacto y muestras misericordia a Tus siervos que andan delante de Ti con todo su corazón, (1 Kings 8:23)
que has cumplido con Tu siervo David mi padre lo que le prometiste; ciertamente has hablado con Tu boca y lo has cumplido con Tu mano como sucede hoy. (1 Kings 8:24)

Other publications related to "1 Kings 8:21":

Samuel Acevedo
When the glory of the Lord enters your house
Encouraging people to invite the presence of God into their homes and lives, and how it can bring revival to institutions.


Dr. Roberto Miranda
I will not offer a sacrifice that costs me nothing
The article reflects on the importance of sacrifice and integrity in spiritual matters, using the story of David to highlight the consequences of sin and the need to unite matter with spirit. The speaker also emphasizes the significance of the holy land and building where their church is located, calling on their congregation to offer significant sacrifices and offerings to fulfill Gods purpose for their church.


1 Kings 8:21 - Cross Reference

Y Moisés estuvo allí con el SEÑOR cuarenta días y cuarenta noches. No comió pan ni bebió agua. Y escribió en las tablas las palabras del pacto, los Diez Mandamientos. (Exodus 34:28)
Y aconteció después de cuarenta días y cuarenta noches, que el SEÑOR me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto. (Deuteronomy 9:11)
Cuando subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que el SEÑOR había hecho con ustedes, me quedé en el monte cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua. (Deuteronomy 9:9)
En el arca no había más que las dos tablas de piedra que Moisés puso allí en Horeb, donde el SEÑOR hizo pacto con los Israelitas cuando salieron de la tierra de Egipto. (1 Kings 8:9)
Tomen este Libro de la Ley y colóquenlo junto al arca del pacto del SEÑOR su Dios, para que permanezca allí como testigo contra ustedes. (Deuteronomy 31:26)
El rey Salomón y toda la congregación de Israel que estaba reunida ante él, estaban con él delante del arca, sacrificando tantas ovejas y bueyes que no se podían contar ni numerar. (1 Kings 8:5)