Nueva Biblia Latinoamericana
Y después de él, Eleazar, hijo de Dodo el Ahohíta, uno de los tres valientes que estaban con David cuando desafiaron a los Filisteos que se habían reunido allí para la batalla y se habían retirado los hombres de Israel. (2 Samuel 23:9)
El se levantó e hirió a los Filisteos hasta que su mano se cansó y se quedó pegada a la espada; aquel día el SEÑOR concedió una gran victoria. El pueblo volvió en pos de él, pero sólo para despojar a los muertos. (2 Samuel 23:10)
Después de él, fue Sama, hijo de Age el Ararita. Los Filisteos se habían concentrado en tropa donde había un terreno lleno de lentejas, y el pueblo había huido de los Filisteos. (2 Samuel 23:11)
Pero él se puso en medio del terreno, lo defendió e hirió a los Filisteos; y el SEÑOR le concedió una gran victoria.
Descendieron tres de los treinta jefes y fueron a David en la cueva de Adulam al tiempo de la cosecha, mientras la tropa de los Filisteos acampaba en el Valle de Refaím. (2 Samuel 23:13)
David estaba entonces en la fortaleza, mientras la guarnición de los Filisteos estaba en Belén (Casa del Pan). (2 Samuel 23:14)
David sintió un gran deseo, y dijo: "¡Quién me diera a beber agua del pozo de Belén que está junto a la puerta!" (2 Samuel 23:15)

Other publications related to "2 Samuel 23:12":

Isaías Rivera
The King has sent His chariot to look for you
The story of King David and Mefi-bosheth teaches us about the importance of recognition and value beyond external circumstances, and how God is always seeking to protect and care for us.


Dr. Roberto Miranda
From crisis to blessing
Learn from King Jehoshaphats example and seek the Lords guidance through prayer and fasting in times of crisis. Remember the things God has done and gather with your Christian community for support and unity.


2 Samuel 23:12 - Cross Reference

Se prepara al caballo para el día de la batalla, Pero la victoria es del SEÑOR. (Proverbs 21:31)
La salvación es del SEÑOR. ¡Sea sobre Tu pueblo Tu bendición! (Selah) (Psalm 3:8)
Tú con Tu mano echaste fuera las naciones, Pero a ellos los plantaste. Afligiste a los pueblos, Pero a ellos los hiciste crecer. (Psalm 44:2)
El se levantó e hirió a los Filisteos hasta que su mano se cansó y se quedó pegada a la espada; aquel día el SEÑOR concedió una gran victoria. El pueblo volvió en pos de él, pero sólo para despojar a los muertos. (2 Samuel 23:10)