Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces David envió diez jóvenes, y les dijo: "Suban a Carmel, visiten a Nabal y salúdenlo en mi nombre; (1 Samuel 25:5)
y le dirán así: 'Ten una larga vida, paz para ti, paz para tu casa y paz para todo lo que tienes. (1 Samuel 25:6)
He oído que tienes esquiladores. Ahora bien, tus pastores han estado con nosotros, y no los hemos maltratado, ni les ha faltado nada todos los días que estuvieron en Carmel. (1 Samuel 25:7)
Pregunta a tus criados, y ellos te lo dirán. Por tanto, permite que mis criados hallen gracia ante tus ojos, porque hemos llegado en un día de fiesta. Te ruego que de lo que tengas a mano, des a tus siervos y a tu hijo David.'"
Cuando llegaron los jóvenes de David, dijeron a Nabal todas estas palabras en nombre de David; entonces esperaron. (1 Samuel 25:9)
Pero Nabal respondió a los siervos de David: "¿Quién es David y quién es el hijo de Isaí? Hay muchos siervos hoy día que huyen de su señor. (1 Samuel 25:10)
¿He de tomar mi pan, mi agua y la carne que he preparado para mis esquiladores, y he de dárselos a hombres cuyo origen no conozco?" (1 Samuel 25:11)

Other publications related to "1 Samuel 25:8":

Isaías Rivera
The King has sent His chariot to look for you
The story of King David and Mefi-bosheth teaches us about the importance of recognition and value beyond external circumstances, and how God is always seeking to protect and care for us.


Dr. Roberto Miranda
Where the praise and the Presence of God are, the demons are neutralized
Exploring the story of David and Saul and how the praise and Presence of God can neutralize demons and lead to opportunities for success.


1 Samuel 25:8 - Cross Reference

También les dijo: "Vayan, coman de la grasa, beban de lo dulce, y manden raciones a los que no tienen nada preparado; porque este día es santo para nuestro Señor. No se entristezcan, porque la alegría del SEÑOR es la fortaleza de ustedes." (Nehemiah 8:10)
Mire, padre mío, mire la orilla de su manto en mi mano. Puesto que corté la orilla de su manto y no lo maté, reconozca y vea que no hay maldad ni rebelión en mis manos y que no he pecado contra usted, a pesar de que usted acecha mi vida para quitármela. (1 Samuel 24:11)
Jesús dijo también al que Lo había convidado: "Cuando ofrezcas una comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos, no sea que ellos a su vez también te conviden y tengas ya tu recompensa. (Luke 14:12)
Den más bien lo que está dentro como obra de caridad, y entonces todo les será limpio. (Luke 11:41)
El SEÑOR lo volvió a llamar: "¡Samuel!" Y Samuel se levantó, fue a Elí y le dijo: "Aquí estoy, pues me llamó." Elí respondió: "Yo no te he llamado, hijo mío, vuelve a acostarte." (1 Samuel 3:6)
Porque en esos días los Judíos se libraron de sus enemigos, y fue para ellos un mes que se convirtió de tristeza en alegría y de duelo en día festivo. Los harían días de banquete y de regocijo, para que se enviaran porciones de comida unos a otros e hicieran donativos a los pobres. (Esther 9:22)
Reparte tu porción con siete, o aun con ocho, Porque no sabes qué mal puede venir sobre la tierra. (Ecclesiastes 11:2)
Por eso los Judíos de las áreas rurales, que habitan en las ciudades abiertas (sin murallas), proclaman el día catorce del mes de Adar día festivo para regocijarse, hacer banquetes y enviarse porciones de comida unos a otros. (Esther 9:19)