Nueva Biblia Latinoamericana
Ahora pues, hijo mío, obedece mi voz: levántate y huye a Harán, a casa de mi hermano Labán. (Genesis 27:43)
Quédate con él algunos días hasta que se calme el furor de tu hermano; (Genesis 27:44)
hasta que la ira de tu hermano contra ti se calme, y olvide lo que le hiciste. Entonces enviaré y te traeré de allá. ¿Por qué he de sufrir la pérdida de ustedes dos en un mismo día?" (Genesis 27:45)
Entonces Rebeca dijo a Isaac: "Estoy cansada de vivir a causa de las hijas de Het. Si Jacob toma mujer de las hijas de Het, como éstas, de las hijas de esta tierra, ¿para qué me servirá la vida?"
Isaac llamó a Jacob, lo bendijo y le ordenó: "No tomarás mujer de entre las hijas de Canaán. (Genesis 28:1)
Levántate, ve a Padán Aram, a casa de Betuel, padre de tu madre; y toma de allí mujer de entre las hijas de Labán, hermano de tu madre. (Genesis 28:2)
El Dios Todopoderoso te bendiga, te haga fecundo y te multiplique, para que llegues a ser multitud de pueblos. (Genesis 28:3)

Other publications related to "Genesis 27:46":

Dr. Roberto Miranda
Rebecca - a woman of great integrity or a conniving and liar?
Reflecting on the character of Rebekah, the mother of Jacob and Esau, in the context of the story of Esau and Jacob from the Bible. The article discusses the importance of avoiding favoritism and treating children equally in family dynamics, promoting good communication, and remaining true to the principles of Scripture. It also emphasizes living life seriously and according to the values of the Kingdom of God, surrendering to the Lord, and recognizing the great things He has in store for us.


Jonatán Toledo
Hagar's cry
The speaker reflects on the story of Hagar in the Bible and the lessons we can learn about confronting conflicts, submitting to authority, and trusting in Gods promises. She emphasizes the importance of strong character and faith in difficult situations.


Genesis 27:46 - Cross Reference

Y si así me vas a tratar, Te ruego que me mates si he hallado gracia ante Tus ojos, y no me permitas ver mi desventura." (Numbers 11:15)
Vio, pues, Esaú que las hijas de Canaán no eran del agrado de su padre Isaac; (Genesis 28:8)
Languidezco; no he de vivir para siempre. Déjame solo, pues mis días son un soplo. (Job 7:16)
y te haré jurar por el SEÑOR, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás mujer para mi hijo de las hijas de los Cananeos, entre los cuales yo habito, (Genesis 24:3)
¡Oh, si me escondieras en el Seol (región de los muertos), Si me ocultaras hasta que Tu ira se pasara, Si me pusieras un plazo y de mí te acordaras! (Job 14:13)
Cuando Esaú tenía cuarenta años, se casó con Judit, hija de Beeri, el Hitita, y con Basemat, hija de Elón, el Hitita; (Genesis 26:34)
y anduvo por el desierto un día de camino, y vino y se sentó bajo un arbusto (enebro); pidió morirse y dijo: "Basta ya, SEÑOR, toma mi vida porque yo no soy mejor que mis padres." (1 Kings 19:4)
Y ahora, oh SEÑOR, Te ruego que me quites la vida, porque mejor me es la muerte que la vida." (Jonah 4:3)
¿Por qué se da luz al que sufre, Y vida al amargado de alma; (Job 3:20)
Y Dina, la hija de Lea, a quien ésta había dado a luz a Jacob, salió a visitar a las hijas de la tierra. (Genesis 34:1)
Entonces Dios le preguntó a Jonás: "¿Tienes acaso razón para enojarte por causa de la planta?" "Tengo mucha razón para enojarme hasta la muerte," le respondió. (Jonah 4:9)