Nueva Biblia Latinoamericana
Y Jefté hizo un voto al SEÑOR, y dijo: "Si en verdad entregas en mis manos a los Amonitas, (Judges 11:30)
sucederá que cualquiera que salga de las puertas de mi casa a recibirme cuando yo vuelva en paz de los Amonitas, será del SEÑOR, o lo ofreceré como holocausto." (Judges 11:31)
Jefté cruzó adonde estaban los Amonitas para pelear contra ellos, y el SEÑOR los entregó en su mano. (Judges 11:32)
Y los hirió con una gran matanza desde Aroer hasta la entrada de Minit, veinte ciudades, hasta Abel Keramim. Y los Amonitas fueron sometidos delante de los Israelitas.
Cuando Jefté llegó a su casa en Mizpa, su hija salió a recibirlo con panderos y con danzas. Ella era su única hija. Fuera de ella no tenía hijo ni hija. (Judges 11:34)
Al verla, él rasgó sus ropas y dijo: "¡Ay, hija mía! Me has abatido y estás entre los que me afligen. Porque he dado mi palabra al SEÑOR, y no me puedo retractar." (Judges 11:35)
Entonces ella le dijo: "Padre mío, has dado tu palabra al SEÑOR. Haz conmigo conforme a lo que has dicho, ya que el SEÑOR te ha vengado de tus enemigos, los Amonitas." (Judges 11:36)

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Judges 11:33 - Cross Reference

Judá y la tierra de Israel comerciaban contigo; con trigo de Minit, tortas, miel, aceite y bálsamo pagaban tus productos. (Ezekiel 27:17)
Desde Aroer, que está a la orilla del Valle del Arnón, y desde la ciudad que está en el valle, aun hasta Galaad, no hubo ciudad inaccesible para nosotros; el SEÑOR nuestro Dios nos las entregó todas. (Deuteronomy 2:36)