Entregará en tus manos a sus reyes de modo que harás perecer sus nombres de debajo del cielo; ningún hombre podrá hacerte frente, hasta que tú los hayas destruido a todos .
(Deuteronomy 7:24)
Quemarás a fuego las esculturas de sus dioses; no codiciarás la plata ni el oro que las recubren, ni lo tomarás para ti, no sea que por ello caigas en un lazo, porque es abominación al SEÑOR tu Dios.
(Deuteronomy 7:25)
No traerás cosa abominable a tu casa, pues serás anatema (destruido) como ella; ciertamente la aborrecerás y la abominarás, pues es anatema.
(Deuteronomy 7:26)
Todos los mandamientos que yo te ordeno hoy, tendrán cuidado de ponerlos por obra, a fin de que vivan y se multipliquen, y entren y tomen posesión de la tierra que el SEÑOR juró dar a sus padres (antepasados).
Y te acordarás de todo el camino por donde el SEÑOR tu Dios te ha traído por el desierto durante estos cuarenta años, para humillarte, probándote, a fin de saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no Sus mandamientos.
(Deuteronomy 8:2)
El te humilló, y te dejó tener hambre, y te alimentó con el maná que tú no conocías, ni tus padres habían conocido, para hacerte entender que el hombre no sólo vive de pan, sino que vive de todo lo que procede de la boca del SEÑOR.
(Deuteronomy 8:3)
Tu ropa no se gastó sobre ti, ni se hinchó tu pie durante estos cuarenta años.
(Deuteronomy 8:4)
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Deuteronomy 8:1 - Cross Reference
Por lo demás, hermanos, les rogamos, y les exhortamos en el Señor Jesús, que tal como han recibido de nosotros instrucciones acerca de la manera en que deben andar (se deben conducir) y agradar a Dios, como de hecho ya andan, así abunden en ello más y más.
(1 Thessalonians 4:1)
Así que cuiden de hacer tal como el SEÑOR su Dios les ha mandado; no se desvíen a la derecha ni a la izquierda.
(Deuteronomy 5:32)
Ahora pues, oh Israel, escucha los estatutos y los decretos que yo les enseño para que los cumplan, a fin de que vivan y entren a tomar posesión de la tierra que el SEÑOR, el Dios de sus padres, les da.
(Deuteronomy 4:1)
Tú has ordenado Tus preceptos, Para que los guardemos con diligencia.
(Psalm 119:4)