Nueva Biblia Latinoamericana
No codiciarás la mujer de tu prójimo, y no desearás la casa de tu prójimo, ni su campo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo.' (Deuteronomy 5:21)
Estas palabras habló el SEÑOR a toda la asamblea de ustedes en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de las densas tinieblas con una gran voz, y no añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra y me las dio. (Deuteronomy 5:22)
Y cuando ustedes oyeron la voz de en medio de las tinieblas, mientras el monte ardía con fuego, se acercaron a mí, todos los jefes de sus tribus y sus ancianos, (Deuteronomy 5:23)
y dijeron: 'El SEÑOR nuestro Dios nos ha mostrado Su gloria y Su grandeza, y hemos oído Su voz de en medio del fuego; hoy hemos visto que Dios habla con el hombre, y éste aún vive.
Ahora pues, ¿por qué hemos de morir? Porque este gran fuego nos consumirá; si seguimos oyendo la voz del SEÑOR nuestro Dios, entonces moriremos. (Deuteronomy 5:25)
Porque, ¿qué hombre hay que haya oído la voz del Dios vivo hablando de en medio del fuego, como nosotros, y haya sobrevivido? (Deuteronomy 5:26)
Acércate tú, y oye lo que el SEÑOR nuestro Dios dice; entonces dinos todo lo que el SEÑOR nuestro Dios te diga, y lo escucharemos y lo haremos.' (Deuteronomy 5:27)

Other publications related to "Deuteronomy 5:24":

Isaías Rivera
The sacred power of a heart
In this article, Isaías Rivera discusses the importance of listening to Gods voice and training leaders to do the same, emphasizing the need for patience, humility, and trust in Gods plan.


Juan Carlos Alzamora
God gave you space, now give God space
The importance of pursuing Gods glory, holiness, and presence is emphasized in this article, along with the need for humility, obedience, and hunger for God. The author also talks about how revivals in the past started with humble families and individuals who knew how to pray and sing hymns, encouraging the congregation to give God space and time.


Deuteronomy 5:24 - Cross Reference

Y añadió: "No puedes ver Mi rostro; porque nadie Me puede ver, y vivir." (Exodus 33:20)
Y Manoa dijo a su mujer: "Ciertamente moriremos, porque hemos visto a Dios." (Judges 13:22)
El sonido de la trompeta aumentaba más y más. Moisés hablaba, y Dios le respondía con el trueno. (Exodus 19:19)
Y Jacob le puso a aquel lugar el nombre de Peniel (El rostro de Dios), porque dijo: "He visto a Dios cara a cara, y ha sido preservada mi vida." (Genesis 32:30)
Cara a cara el SEÑOR habló con ustedes en el monte de en medio del fuego, (Deuteronomy 5:4)
¿Ha oído pueblo alguno la voz de Dios, hablando de en medio del fuego, como tú la has oído, y ha sobrevivido? (Deuteronomy 4:33)