Al ver el asna al ángel del SEÑOR, se pegó contra la pared y presionó el pie de Balaam contra la pared; entonces él la golpeó otra vez.
(Numbers 22:25)
El ángel del SEÑOR se fue más lejos, y se puso en un sitio estrecho donde no había manera de volverse ni a la derecha ni a la izquierda.
(Numbers 22:26)
Y viendo el asna al ángel del SEÑOR, se echó debajo de Balaam; y Balaam se enojó y golpeó al asna con su palo.
(Numbers 22:27)
Entonces el SEÑOR abrió la boca del asna, la cual dijo a Balaam: "¿Qué te he hecho yo que me has golpeado estas tres veces?"
Y Balaam respondió al asna: "Porque te has burlado de mí. Ojalá tuviera una espada en mi mano, que ahora mismo te mataría."
(Numbers 22:29)
Y el asna dijo a Balaam: "¿No soy yo tu asna, y sobre mí has cabalgado toda tu vida hasta hoy? ¿He tenido la costumbre de portarme así contigo?" "No," respondió Balaam.
(Numbers 22:30)
Entonces el SEÑOR abrió los ojos de Balaam, y él vio al ángel del SEÑOR de pie en el camino, con la espada desenvainada en su mano, e inclinándose, se postró rostro en tierra;
(Numbers 22:31)
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pero fue reprendido por su transgresión, pues una muda bestia de carga, hablando con voz humana, reprimió la locura del profeta.
(2 Peter 2:16)
Porque está escrito: "DESTRUIRE LA SABIDURIA DE LOS SABIOS, Y EL ENTENDIMIENTO DE LOS INTELIGENTES DESECHARE."
(1 Corinthians 1:19)
Pues sabemos que la creación entera gime y sufre hasta ahora dolores de parto.
(Romans 8:22)
Y el SEÑOR le dijo: "¿Quién ha hecho la boca del hombre? ¿O quién hace al hombre mudo o sordo, con vista o ciego? ¿No soy Yo, el SEÑOR?
(Exodus 4:11)
Porque ninguna cosa será imposible para Dios."
(Luke 1:37)