Nueva Biblia Latinoamericana
Pero los cobardes, incrédulos, abominables, asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras, y todos los mentirosos tendrán su herencia en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda." (Revelation 21:8)
Vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las últimas siete plagas, y habló conmigo, diciendo: "Ven, te mostraré la novia, la esposa del Cordero." (Revelation 21:9)
Entonces me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, (Revelation 21:10)
y tenía la gloria de Dios. Su fulgor era semejante al de una piedra muy preciosa, como una piedra de jaspe cristalino.
Tenía un muro grande y alto con doce puertas, y en las puertas doce ángeles, y en las puertas estaban escritos los nombres de las doce tribus de los hijos de Israel. (Revelation 21:12)
Había tres puertas al este, tres puertas al norte, tres puertas al sur, y tres puertas al oeste. (Revelation 21:13)
El muro de la ciudad tenía doce cimientos, y en ellos estaban los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero. (Revelation 21:14)

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Revelation 21:11 - Cross Reference

No vi en ella templo alguno, porque su templo es el Señor, el Dios Todopoderoso, y el Cordero. (Revelation 21:22)
A causa de la abundancia de tu comercio Te llenaste de violencia, Y pecaste; Yo, pues, te he expulsado por profano Del monte de Dios, Y te he eliminado, querubín protector, De en medio de las piedras de fuego. (Ezekiel 28:16)
Levántate, resplandece, porque ha llegado tu luz Y la gloria del SEÑOR ha amanecido sobre ti. (Isaiah 60:1)
Sobre el firmamento que estaba por encima de sus cabezas había algo semejante a un trono, de aspecto como de piedra de zafiro; y en lo que se asemejaba a un trono, sobre él, en lo más alto, había una figura con apariencia de hombre. (Ezekiel 1:26)
La ciudad tendrá 9,450 metros en derredor; y el nombre de la ciudad desde ese día será : 'el SEÑOR está allí.'" (Ezekiel 48:35)
El templo se llenó del humo de la gloria de Dios y de Su poder. Nadie podía entrar al templo hasta que se terminaran las siete plagas de los siete ángeles. (Revelation 15:8)
Después el ángel me mostró un río de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero, (Revelation 22:1)
Sobre las cabezas de los seres vivientes había algo semejante a un firmamento con el brillo deslumbrante de un cristal, extendido por encima de sus cabezas. (Ezekiel 1:22)
y vi que la gloria del Dios de Israel venía de la parte del oriente. Su voz era como el sonido de muchas aguas, y la tierra resplandecía de Su gloria. (Ezekiel 43:2)
entonces el SEÑOR creará sobre todo lugar del Monte Sion y sobre sus asambleas, una nube durante el día, o sea humo, y un resplandor de llamas de fuego por la noche; porque sobre toda la gloria habrá un dosel. (Isaiah 4:5)
El que estaba sentado era de aspecto semejante a una piedra de jaspe y sardio, y alrededor del trono había un arco iris, de aspecto semejante a la esmeralda. (Revelation 4:3)
No la pueden igualar ni el oro ni el vidrio, Ni se puede cambiar por artículos de oro puro. (Job 28:17)
El material del muro era jaspe, y la ciudad era de oro puro semejante al cristal puro. (Revelation 21:18)
Ya el sol no será para ti luz del día, Ni el resplandor de la luna te alumbrará; Sino que tendrás al SEÑOR por luz eterna, Y a tu Dios por tu gloria. (Isaiah 60:19)
En el Edén estabas, en el huerto de Dios; Toda piedra preciosa era tu vestidura: El rubí, el topacio y el diamante, El berilo, el ónice y el jaspe, El zafiro, la turquesa y la esmeralda; Y el oro, la hechura de tus engastes y de tus encajes, Estaba en ti. El día que fuiste creado Fueron preparados. (Ezekiel 28:13)
Y ya no habrá más noche, y no tendrán necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque el Señor Dios los iluminará, y reinarán por los siglos de los siglos. (Revelation 22:5)
Delante del trono había como un mar transparente semejante al cristal; y en medio del trono y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y por detrás. (Revelation 4:6)