Y todo esto procede de Dios, quien nos reconcilió con El mismo por medio de Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;
(2 Corinthians 5:18)
es decir, que Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo con El mismo, no tomando en cuenta a los hombres sus transgresiones, y nos ha encomendado a nosotros la palabra de la reconciliación.
(2 Corinthians 5:19)
Por tanto, somos embajadores de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros, en nombre de Cristo les rogamos: ¡Reconcíliense con Dios!
(2 Corinthians 5:20)
Al que no conoció pecado, Lo hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en El.
Y como colaboradores con El , también les exhortamos a no recibir en vano la gracia de Dios;
(2 Corinthians 6:1)
pues El dice: "EN EL TIEMPO PROPICIO TE ESCUCHE, Y EN EL DIA DE SALVACION TE SOCORRI." Pero ahora es "EL TIEMPO PROPICIO"; ahora es "EL DIA DE SALVACION."
(2 Corinthians 6:2)
No dando nosotros en nada motivo de tropiezo, para que el ministerio no sea desacreditado.
(2 Corinthians 6:3)
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Pero por obra Suya están ustedes en Cristo Jesús, el cual se hizo para nosotros sabiduría de Dios, y justificación, santificación y redención,
(1 Corinthians 1:30)
Se dispuso con los impíos Su sepultura, Pero con el rico fue en Su muerte, Aunque no había hecho violencia, Ni había engaño en Su boca.
(Isaiah 53:9)
Ustedes saben que Cristo se manifestó a fin de quitar los pecados, y en El no hay pecado.
(1 John 3:5)
Despierta, espada, contra Mi pastor, Y contra el hombre compañero Mío," Declara el SEÑOR de los ejércitos. "Hiere al Pastor y se dispersarán las ovejas, Y volveré Mi mano contra los pequeños.
(Zechariah 13:7)
Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de Uno los muchos serán constituidos justos.
(Romans 5:19)
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura (nueva creación) es ; las cosas viejas pasaron, ahora han sido hechas nuevas.
(2 Corinthians 5:17)
Porque también Cristo (el Mesías) murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en el espíritu.
(1 Peter 3:18)
Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no pequen. Y si alguien peca, tenemos Abogado (Intercesor) para con el Padre, a Jesucristo el Justo.
(1 John 2:1)
Porque convenía que tuviéramos tal Sumo Sacerdote: santo, inocente, inmaculado, apartado de los pecadores, y exaltado más allá de los cielos,
(Hebrews 7:26)
EL CUAL NO COMETIO PECADO, NI ENGAÑO ALGUNO SE HALLO EN SU BOCA;
(1 Peter 2:22)
Pero ahora, aparte de la Ley, la justicia de Dios ha sido manifestada, confirmada por la Ley y los Profetas.
(Romans 3:21)
que fue entregado por causa de nuestras transgresiones y resucitado para nuestra justificación.
(Romans 4:25)
Pues desconociendo la justicia de Dios y procurando establecer la suya propia, no se sometieron a la justicia de Dios.
(Romans 10:3)
Cristo nos redimió de la maldición de la Ley, habiéndose hecho maldición por nosotros, porque escrito está: "MALDITO TODO EL QUE CUELGA DE UN MADERO,"
(Galatians 3:13)
Por tanto, ahora no hay condenación para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu.
(Romans 8:1)
y ser hallado en El, no teniendo mi propia justicia derivada de la Ley, sino la que es por la fe en Cristo (el Mesías), la justicia que procede de Dios sobre la base de la fe,
(Philippians 3:9)
y anden en amor, así como también Cristo les amó y se dio a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios, como fragante aroma.
(Ephesians 5:2)
Ciertamente El llevó nuestras enfermedades, Y cargó con nuestros dolores. Con todo, nosotros Lo tuvimos por azotado, Por herido de Dios y afligido.
(Isaiah 53:4)
Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino Uno que ha sido tentado en todo como nosotros , pero sin pecado.
(Hebrews 4:15)
En aquellos días Judá estará a salvo y Jerusalén morará segura, y éste es el nombre con el cual será llamada: el SEÑOR es nuestra justicia.'
(Jeremiah 33:16)
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: MAS EL JUSTO POR LA FE VIVIRA.
(Romans 1:17)