Es por medio de El que hemos recibido la gracia y el apostolado para promover la obediencia a la fe entre todos los Gentiles, por amor a Su nombre;
(Romans 1:5)
entre los cuales están también ustedes, llamados de Jesucristo.
(Romans 1:6)
A todos los amados de Dios que están en Roma, llamados a ser santos: Gracia y paz a ustedes de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
(Romans 1:7)
En primer lugar, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo por todos ustedes, porque por todo el mundo (se da a conocer) se habla de su fe.
Pues Dios, a quien sirvo en mi espíritu en la predicación del evangelio de Su Hijo, me es testigo de cómo sin cesar hago mención de ustedes
(Romans 1:9)
siempre en mis oraciones, implorando que ahora, al fin, por la voluntad de Dios, logre ir a ustedes.
(Romans 1:10)
Porque anhelo verlos para impartirles algún don espiritual, a fin de que sean confirmados;
(Romans 1:11)
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Porque la noticia de la obediencia de ustedes se ha extendido a todos. Por tanto, me regocijo por ustedes, pero quiero que sean sabios para lo bueno e inocentes para lo malo.
(Romans 16:19)
llenos del fruto de justicia que es por medio de Jesucristo, para la gloria y alabanza de Dios.
(Philippians 1:11)
Porque saliendo de ustedes, la palabra del Señor se ha escuchado, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también por todas partes la fe de ustedes en Dios se ha divulgado, de modo que nosotros no tenemos necesidad de decir nada.
(1 Thessalonians 1:8)
a El sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amén.
(Ephesians 3:21)
también ustedes, como piedras vivas, sean edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
(1 Peter 2:5)
Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de ustedes.
(Philippians 1:3)
El que habla, que hable conforme a las palabras de Dios; el que sirve (que ministra), que lo haga por la fortaleza que Dios da, para que en todo Dios sea glorificado mediante Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el dominio por los siglos de los siglos. Amén.
(1 Peter 4:11)
Siempre doy gracias a mi Dios por ustedes, por la gracia de Dios que les fue dada en Cristo Jesús.
(1 Corinthians 1:4)
Den siempre gracias por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a Dios, el Padre.
(Ephesians 5:20)
Por tanto, ofrezcamos continuamente mediante El, sacrificio de alabanza a Dios, es decir, el fruto de labios que confiesan (alaban) Su nombre.
(Hebrews 13:15)
Por esta razón también yo, habiendo oído de la fe en el Señor Jesús que hay entre ustedes, y de su amor por todos los santos,
(Ephesians 1:15)
Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu Santo, que ciertamente habría una gran hambre en toda la tierra. Y esto ocurrió durante el reinado del emperador Claudio.
(Acts 11:28)
Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.
(Matthew 24:14)
Aconteció en aquellos días que salió un edicto de César Augusto, para que se hiciera un censo de todo el mundo habitado (el Imperio Romano).
(Luke 2:1)
Damos gracias a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, orando siempre por ustedes,
(Colossians 1:3)
Pero gracias a Dios, que aunque ustedes eran esclavos del pecado, se hicieron obedientes de corazón a aquella forma de doctrina a la que fueron entregados,
(Romans 6:17)