Pero chocando contra un escollo donde se encuentran dos corrientes, encallaron la nave; la proa se clavó y quedó inmóvil, pero la popa se rompía por la fuerza de las olas.
(Acts 27:41)El plan de los soldados era matar a los presos, para que ninguno de ellos escapara a nado.
(Acts 27:42)Pero el centurión, queriendo salvar a Pablo, impidió su propósito, y ordenó que los que pudieran nadar se arrojaran primero por la borda y llegaran a tierra,
(Acts 27:43)y que los demás siguieran, algunos en tablones, y otros en diferentes objetos de la nave. Y así sucedió que todos llegaron salvos a tierra.
Una vez que ellos estaban a salvo, nos enteramos de que la isla se llamaba Malta.
(Acts 28:1)Los habitantes de la isla nos mostraron toda clase de atenciones, porque a causa de la lluvia que caía y del frío, encendieron una hoguera y nos acogieron a todos.
(Acts 28:2)Pero cuando Pablo recogió una brazada de leña y la echó al fuego, una víbora salió huyendo del calor y se le prendió en la mano.
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Acts 27:44 - Cross Reference
En su angustia clamaron al SEÑOR Y El los sacó de sus aflicciones.
(Psalm 107:28)diciendo: 'No temas, Pablo; has de comparecer ante el César; pero ahora, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo.'
(Acts 27:24)Y ésta es la voluntad del que Me envió: que de todo lo que El Me ha dado Yo no pierda nada, sino que lo resucite en el día final.
(John 6:39)Pero ahora los exhorto a tener buen ánimo, porque no habrá pérdida de vida entre ustedes, sino sólo del barco.
(Acts 27:22)Pablo dijo al centurión y a los soldados: "Si éstos no permanecen en la nave, ustedes no podrán salvarse."
(Acts 27:31)Porque Yo daré un mandato, Y zarandearé a la casa de Israel entre todas las naciones, Como se zarandea el grano en la criba, Sin que caiga ni un grano en tierra.
(Amos 9:9)Y SI EL JUSTO CON DIFICULTAD SE SALVA, ¿QUE SERA DEL IMPIO Y DEL PECADOR?
(1 Peter 4:18)Porque no queremos que ignoren, hermanos, acerca de nuestra aflicción sufrida en Asia (provincia occidental de Asia Menor). Porque fuimos abrumados sobremanera, más allá de nuestras fuerzas, de modo que hasta perdimos la esperanza de salir con vida.
(2 Corinthians 1:8)