Nueva Biblia Latinoamericana
Pero ya les dije que aunque Me han visto, no creen. (John 6:36)
Todo lo que el Padre Me da, vendrá a Mí; y al que viene a Mí, de ningún modo lo echaré fuera. (John 6:37)
Porque he descendido del cielo, no para hacer Mi voluntad, sino la voluntad del que Me envió. (John 6:38)
Y ésta es la voluntad del que Me envió: que de todo lo que El Me ha dado Yo no pierda nada, sino que lo resucite en el día final.
Porque ésta es la voluntad de Mi Padre: que todo aquél que ve al Hijo y cree en El, tenga vida eterna, y Yo mismo lo resucitaré en el día final." (John 6:40)
Por eso los Judíos murmuraban de El, porque había dicho: "Yo soy el pan que descendió del cielo." (John 6:41)
Y decían: "¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo es que ahora dice: 'Yo he descendido del cielo'?" (John 6:42)

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Discover the identity of Jesus and how it relates to your own as a legitimate child of God and guide for others.


Charles Spurgeon
Jesus will not lose any of those that His Father has given Him
A reflection on Jesus as a shepherd who seeks and saves His lost sheep and will not lose any of those given to Him by His Father.


John 6:39 - Cross Reference

No se queden asombrados de esto, porque viene la hora en que todos los que están en los sepulcros oirán Su voz, (John 5:28)
Nadie puede venir a Mí si no lo trae el Padre que Me envió, y Yo lo resucitaré en el día final. (John 6:44)
El que come Mi carne y bebe Mi sangre, tiene vida eterna, y Yo lo resucitaré en el día final. (John 6:54)
El que Me rechaza y no recibe Mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, ésa lo juzgará en el día final. (John 12:48)
Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Jacobo (Santiago), a los llamados, amados en Dios Padre y guardados para Jesucristo: (Jude 1:1)
Porque ésta es la voluntad de Mi Padre: que todo aquél que ve al Hijo y cree en El, tenga vida eterna, y Yo mismo lo resucitaré en el día final." (John 6:40)
Pero si el Espíritu de Aquél que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en ustedes, el mismo que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos, también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de Su Espíritu que habita en ustedes. (Romans 8:11)
Así, no es la voluntad del Padre que está en los cielos que se pierda uno de estos pequeñitos. (Matthew 18:14)
Así se cumplía la palabra que había dicho: "De los que Me diste, no perdí ninguno." (John 18:9)
Y si alguien se levanta para perseguirlo y buscar su vida, entonces la vida de mi señor estará bien atada en el haz de los que viven con el SEÑOR su Dios; pero El lanzará la vida de sus enemigos como de en medio de una honda. (1 Samuel 25:29)
Mis ovejas oyen Mi voz; Yo las conozco y Me siguen. (John 10:27)
Marta Le contestó: "Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final." (John 11:24)
No obstante, el sólido fundamento de Dios permanece firme, teniendo este sello: "El Señor conoce a los que son Suyos," y: "Que se aparte de la iniquidad todo aquél que menciona el nombre del Señor." (2 Timothy 2:19)
Mediante la fe ustedes son protegidos (guardados) por el poder de Dios, para la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo. (1 Peter 1:5)
Porque nuestra ciudadanía (patria) está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo, (Philippians 3:20)
Todo lo que el Padre Me da, vendrá a Mí; y al que viene a Mí, de ningún modo lo echaré fuera. (John 6:37)
No temas, rebaño pequeño, porque el Padre de ustedes ha decidido darles el reino. (Luke 12:32)
Pero nosotros siempre tenemos que dar gracias a Dios por ustedes, hermanos amados por el Señor, porque Dios los ha escogido desde el principio para salvación mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad. (2 Thessalonians 2:13)
Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a Su propósito. (Romans 8:28)
Cuando Yo estaba con ellos, los guardaba en Tu nombre, el nombre que Me diste; y los guardé y ninguno se perdió, excepto el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliera. (John 17:12)
Porque ustedes han muerto, y su vida está escondida con Cristo en Dios. (Colossians 3:3)