Nueva Biblia Latinoamericana
Por tanto, estén alerta, recordando que por tres años, de noche y de día, no cesé de amonestar a cada uno con lágrimas. (Acts 20:31)
Ahora los encomiendo a Dios y a la palabra de Su gracia, que es poderosa para edificarlos y darles la herencia entre todos los santificados. (Acts 20:32)
Ni la plata, ni el oro, ni la ropa de nadie he codiciado. (Acts 20:33)
Ustedes saben que estas manos me sirvieron para mis propias necesidades y las de los que estaban conmigo.
En todo les mostré que así, trabajando, deben ayudar a los débiles, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: 'Más bienaventurado es dar que recibir.'" (Acts 20:35)
Cuando Pablo terminó de hablar, se arrodilló y oró con todos ellos. (Acts 20:36)
Comenzaron todos a llorar desconsoladamente, y abrazando a Pablo, lo besaban. (Acts 20:37)

Other publications related to "Acts 20:34":

Jorge Najarro
Freed to carry the cross together
The speaker shares his personal experience of how God changed his life and the importance of the church taking responsibility for its problems and working together in unity.


Dr. Roberto Miranda
2 Timothy 3:10
In this article, Dr. Roberto Miranda discusses the advice given by the Apostle Paul to Timothy regarding pastoral duties, the danger of the times, and the importance of fidelity to values of truth, justice, and biblical doctrine. The article emphasizes the importance of teaching children the word of God and encourages believers to be students of the Bible, live by it, and persist in it.


Acts 20:34 - Cross Reference

y como él era del mismo oficio, se quedó con ellos y trabajaban juntos, pues el oficio de ellos era hacer tiendas de campaña. (Acts 18:3)
Nos agotamos trabajando con nuestras propias manos. Cuando nos ultrajan (insultan), bendecimos. Cuando somos perseguidos, lo soportamos. (1 Corinthians 4:12)
ni comimos de balde el pan de nadie, sino que con dificultad y fatiga trabajamos día y noche a fin de no ser carga a ninguno de ustedes. (2 Thessalonians 3:8)
Y habiendo enviado a Macedonia a dos de sus ayudantes, Timoteo y Erasto, él se quedó en Asia por algún tiempo. (Acts 19:22)
Porque recuerdan, hermanos, nuestros trabajos y fatigas, cómo, trabajando de día y de noche para no ser carga a ninguno de ustedes, les proclamamos el evangelio de Dios. (1 Thessalonians 2:9)