Yo sabía que siempre Me oyes; pero Lo dije por causa de la multitud que Me rodea, para que crean que Tú Me has enviado." (John 11:42)

Habiendo dicho esto, gritó con fuerte voz: "¡Lázaro, sal fuera!" (John 11:43)

Y el que había muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: "Desátenlo, y déjenlo ir." (John 11:44)

Por esto muchos de los Judíos que habían venido a ver a María, y vieron lo que Jesús había hecho, creyeron en El.

Pero algunos de ellos fueron a los Fariseos y les contaron lo que Jesús había hecho. (John 11:46)

Entonces los principales sacerdotes y los Fariseos convocaron un concilio, y decían: "¿Qué hacemos? Porque este hombre hace muchas señales (muchos milagros). (John 11:47)

Si Lo dejamos seguir así, todos van a creer en El, y los Romanos vendrán y nos quitarán nuestro lugar (el templo) y nuestra nación." (John 11:48)

Other publications related to "John 11:45":

When Jesus doesn't hurry
The article discusses the story of Lazarus in the Bible and the lessons it teaches us about faith in Gods plan and His power to resurrect the dead.

When God speaks to you, don't be incredulous
In this article, Dr. Roberto Miranda discusses the importance of being open to the Word and works of God, and how a hardened heart can prevent us from receiving His blessings.

Jesus, greater than Moses and the Law
In this article, Dr. Roberto Miranda discusses the power of Jesus to heal and restore as demonstrated in the narrative of the paralytic in John 5. He emphasizes the importance of presenting Jesus Christ as the focus of Christianity rather than a religious system or institution, and highlights the superiority of Jesus over the Old Testament system of healing. The article also touches on the doctrine of hell and the invitation to accept Christ for salvation and eternal life.

John 11:45 - Cross Reference

Cuando Jesús estaba en Jerusalén durante la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en Su nombre al ver las señales que hacía. (John 2:23)

y muchos de los Judíos habían venido a la casa de Marta y María, para consolarlas por la muerte de su hermano. (John 11:19)

Entonces los Judíos que estaban con ella en la casa consolándola, cuando vieron que María se levantó de prisa y salió, la siguieron, suponiendo que iba al sepulcro a llorar allí. (John 11:31)

Y así, la multitud que estaba con Jesús cuando llamó a Lázaro del sepulcro y lo resucitó de entre los muertos, daba testimonio de El. (John 12:17)

Entonces la gran multitud de Judíos se enteró de que Jesús estaba allí; y vinieron no sólo por causa de Jesús, sino también por ver a Lázaro, a quien había resucitado de entre los muertos. (John 12:9)

Muchos vinieron a El y decían: "Aunque Juan no hizo ninguna señal, sin embargo, todo lo que Juan dijo de Este era verdad." (John 10:41)

Pero muchos de la multitud creyeron en El, y decían: "Cuando el Cristo venga, ¿acaso hará más señales (milagros) que las que Este ha hecho?" (John 7:31)

Sin embargo, muchos, aun de los gobernantes, creyeron en El, pero por causa de los Fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga. (John 12:42)