Nueva Biblia Latinoamericana
Les respondieron: "Porque el Señor lo necesita." (Luke 19:34)
Lo trajeron a Jesús, y echando sus mantos sobre el pollino, pusieron a Jesús sobre él. (Luke 19:35)
Y mientras El iba avanzando, tendían sus mantos por el camino. (Luke 19:36)
Cuando ya se acercaba, junto a la bajada del Monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, regocijándose, comenzó a alabar a Dios a gran voz por todas las maravillas que habían visto,
diciendo: "¡BENDITO EL REY QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!" (Luke 19:38)
Entonces algunos de los Fariseos de entre la multitud Le dijeron: "Maestro, reprende a Tus discípulos." (Luke 19:39)
Pero El respondió: "Les digo que si éstos se callan, las piedras clamarán." (Luke 19:40)

Other publications related to "Luke 19:37":

Samuel Acevedo
When the Lord asks you for the burrito
Samuel Acevedo discusses how the Lord asks for our most valuable things and how we must trust Him to use them for His glory. He shares personal experiences and encourages the audience to allow the Lord to ride on their lives.


Dr. Roberto Miranda
An Appointment with Christ: Multiplication of the loaves and fishes (Mark 6:30) Part 5
In this article, Dr. Roberto Miranda discusses the story of Jesus feeding the crowd and how it demonstrates his compassion for those in need. The article emphasizes the importance of identifying with the pain of others and being agents of God's grace, as well as being generous and compassionate in the name of Jesus Christ.


Luke 19:37 - Cross Reference

Entonces Moisés y los Israelitas cantaron este cántico al SEÑOR, y dijeron: "Canto al SEÑOR porque ha triunfado gloriosamente (es exaltado en gran manera); Al caballo y a su jinete ha arrojado al mar. (Exodus 15:1)
Y David se levantó y fue con todo el pueblo que estaba con él a Baala de Judá, para hacer subir desde allí el arca de Dios, la cual es llamada por el Nombre, el nombre del SEÑOR de los ejércitos, que está sobre los querubines. (2 Samuel 6:2)
Así todo Israel iba subiendo el arca del pacto del SEÑOR con aclamaciones, con sonido de bocina, con trompetas, con címbalos muy resonantes, con arpas y liras. (1 Chronicles 15:28)
Entonces Ezequías se regocijó con todo el pueblo por lo que Dios había preparado para el pueblo, pues todo sucedió rápidamente. (2 Chronicles 29:36)
Entonces Débora y Barac, hijo de Abinoam, cantaron en aquel día y dijeron: (Judges 5:1)
Designó a algunos Levitas como ministros delante del arca del SEÑOR, para que celebraran, dieran gracias y alabaran al SEÑOR, Dios de Israel: (1 Chronicles 16:4)
Y estando El sentado en el Monte de los Olivos, frente al templo, Pedro, Jacobo (Santiago), Juan y Andrés Le preguntaban en privado: (Mark 13:3)
Cuando se acercaron a Jerusalén y llegaron a Betfagé, junto al Monte de los Olivos, Jesús entonces envió a dos discípulos, (Matthew 21:1)
Y vino otro, diciendo: 'Señor, aquí está su moneda, que he tenido guardada en un pañuelo; (Luke 19:20)
Mientras toda la asamblea adoraba, también los cantores cantaban y las trompetas sonaban; todo esto continuó hasta que se consumió el holocausto. (2 Chronicles 29:28)
Y se puso de pie y bendijo a toda la asamblea de Israel en alta voz, diciendo: (1 Kings 8:55)
Cuando los albañiles terminaron de echar los cimientos del templo del SEÑOR, se presentaron los sacerdotes en sus vestiduras, con trompetas, y los Levitas, hijos de Asaf, con címbalos, para alabar al SEÑOR conforme a las instrucciones del rey David de Israel. (Ezra 3:10)
El temor se apoderó de todos, y glorificaban a Dios, diciendo: "Un gran profeta ha surgido entre nosotros." También decían: "Dios ha visitado a Su pueblo." (Luke 7:16)
Después de cantar un himno, salieron para el Monte de los Olivos. (Mark 14:26)
Al instante recobró la vista y Lo seguía glorificando a Dios. Cuando toda la gente vio aquello, dieron gloria a Dios. (Luke 18:43)
Entonces ellos creyeron en Sus palabras, Y cantaron Su alabanza. (Psalm 106:12)
Al día siguiente, cuando la gran multitud que había venido a la fiesta, oyó que Jesús venía a Jerusalén, (John 12:12)