Nueva Biblia Latinoamericana
Y los que iban delante lo reprendían para que se callara, pero él gritaba mucho más: "¡Hijo de David, ten misericordia de mí!" (Luke 18:39)
Jesús se detuvo y ordenó que lo trajeran; y cuando estuvo cerca, le preguntó: (Luke 18:40)
¿Qué deseas que haga por ti?" "Señor, que recobre la vista," contestó el ciego. (Luke 18:41)
Jesús entonces le dijo: "Recibe la vista, tu fe te ha sanado."
Al instante recobró la vista y Lo seguía glorificando a Dios. Cuando toda la gente vio aquello, dieron gloria a Dios. (Luke 18:43)
Cuando Jesús entró en Jericó, pasaba por la ciudad. (Luke 19:1)
Y un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de los recaudadores de impuestos y era rico, (Luke 19:2)

Other publications related to "Luke 18:42":

Alberto González Muñoz
Less words, more life
In Less words, more life, Alberto González Muñoz reflects on the story of the man born blind in John 9, highlighting Jesus power to heal and bring new life. Despite the Pharisees skepticism, the healed man testified to the reality of his experience, and Christians are encouraged to pray for those who reject their message and reflect the love of Jesus in their lives.


Omar Soto
What do you want me to do for you?
The article discusses the importance of being specific and having the right intentions when asking God for something. It also emphasizes the need to approach God with humility and sincerity.


Dr. Roberto Miranda
The requirements of the miracle
Discussions on the first formal miracle in Acts where Peter and John heal a lame man, emphasizing the importance of faith in Jesus Christ, cooperating with the Holy Spirit, and repentance. The speeches analyze the deity of Jesus Christ and the concept of restoration before His return, and encourage evangelism and anointing of the Spirit.


Luke 18:42 - Cross Reference

El envió Su palabra y los sanó Y los libró de la muerte. (Psalm 107:20)
Pero Jesús, volviéndose y viéndola, dijo: "Hija, ten ánimo, tu fe te ha sanado." Y al instante la mujer quedó sana. (Matthew 9:22)
Entonces Jesús le dijo: "Oh mujer, grande es tu fe; que te suceda como deseas." Y su hija quedó sana desde aquel momento. (Matthew 15:28)
Entonces le dijo: "Levántate y vete; tu fe te ha sanado." (Luke 17:19)
Porque El habló, y fue hecho; El mandó, y todo se confirmó. (Psalm 33:9)
Extendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo: "Quiero; sé limpio." Y al instante quedó limpio de su lepra. (Matthew 8:3)
Pero Jesús dijo a la mujer: "Tu fe te ha salvado, vete en paz." (Luke 7:50)
Y El le dijo: "Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz." (Luke 8:48)