para que la sangre de todos los profetas, derramada desde la fundación del mundo, se le cargue a esta generación.
(Luke 11:50)Desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que pereció entre el altar y la casa de Dios. Sí, les digo que le será cargada a esta generación.'
(Luke 11:51)¡Ay de ustedes, intérpretes de la ley! Porque han quitado la llave del conocimiento. Ustedes mismos no entraron, y a los que estaban entrando se lo impidieron."
(Luke 11:52)Cuando salió de allí, los escribas y los Fariseos comenzaron a acosar en gran manera, y a interrogar minuciosamente a Jesús sobre muchas cosas,
tramando contra El para ver si Lo podían atrapar en algo que dijera.
(Luke 11:54)Entre tanto, una multitud de miles y miles se había reunido, tanto que se atropellaban unos a otros. Jesús comenzó a hablar primero a Sus discípulos: "Cuídense de la levadura de los Fariseos, que es la hipocresía.
(Luke 12:1)Nada hay encubierto que no haya de ser revelado, ni oculto que no haya de saberse.
(Luke 12:2)Other publications related to "Luke 11:53":
Luke 11:53 - Cross Reference
Acercándose a El algunos de los Saduceos, los que dicen que no hay resurrección,
(Luke 20:27)Los Arameos en el oriente y los Filisteos en el occidente, Que devoran a Israel a boca llena. Con todo eso no se aparta Su ira, Y aún está Su mano extendida.
(Isaiah 9:12)Porque he oído las murmuraciones de muchos: "¡Terror por todas partes! ¡Denúncienlo, vamos a denunciarlo!" Todos mis amigos de confianza, Esperando mi caída, dicen: "Tal vez será persuadido, prevaleceremos contra él Y tomaremos nuestra venganza contra él."
(Jeremiah 20:10)Para sorprender a Jesús en alguna declaración, Lo acechaban, enviando espías que fingieran ser justos, y así Lo podrían entregar al poder y autoridad del gobernador.
(Luke 20:20)Muchos toros me han rodeado; Toros fuertes de Basán me han cercado.
(Psalm 22:12)No se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido .
(1 Corinthians 13:5)Entonces dijeron: "Vengan y tramemos planes contra Jeremías. Ciertamente la ley no le faltará al sacerdote, ni el consejo al sabio, ni la palabra al profeta. Vengan, vamos a herirlo con la lengua, y no hagamos caso a ninguna de sus palabras."
(Jeremiah 18:18)