Nueva Biblia Latinoamericana
Levantándose, Jesús salió de la sinagoga y entró en casa de Simón (Pedro). La suegra de Simón se hallaba sufriendo con una fiebre muy alta, y Le rogaron por ella. (Luke 4:38)
Inclinándose sobre ella, Jesús reprendió la fiebre y la fiebre la dejó; al instante ella se levantó y les servía. (Luke 4:39)
Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades se los llevaban a El; y poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba. (Luke 4:40)
También de muchos salían demonios, gritando: "¡Tú eres el Hijo de Dios!" Pero, reprendiéndolos, no les permitía hablar, porque sabían que El era el Cristo (el Mesías).
Cuando se hizo de día, Jesús salió y se fue a un lugar solitario. Las multitudes Lo buscaban, y llegaron adonde El estaba y procuraban detener a Jesús para que no se separara de ellos. (Luke 4:42)
Pero El les dijo: "También a las otras ciudades debo anunciar las buenas nuevas (el evangelio) del reino de Dios, porque para esto Yo he sido enviado." (Luke 4:43)
Y predicaba en las sinagogas de los Judíos (de Judea y Galilea). (Luke 4:44)

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Luke 4:41 - Cross Reference

Déjanos. ¿Qué tienes que ver con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién Tú eres: el Santo de Dios." (Luke 4:34)
Y gritaron: "¿Qué hay entre Tú y nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes del tiempo (designado para el juicio)?" (Matthew 8:29)
Pero Jesús se quedó callado. Y el sumo sacerdote Le dijo: "Te ordeno por el Dios viviente que nos digas si Tú eres el Cristo (el Mesías), el Hijo de Dios." (Matthew 26:63)
Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, gritaba: "Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes les proclaman el camino de salvación." (Acts 16:17)
Y siempre que los espíritus inmundos veían a Jesús, caían delante de El y gritaban: "Tú eres el Hijo de Dios." (Mark 3:11)
Tú crees que Dios es uno (que hay un solo Dios). Haces bien; también los demonios creen, y tiemblan. (James 2:19)
Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y expulsó muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque ellos sabían quién era El. (Mark 1:34)
pero éstas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo (el Mesías), el Hijo de Dios; y para que al creer, tengan vida en Su nombre. (John 20:31)
Y acercándose el tentador, Le dijo: "Si eres Hijo de Dios, ordena que estas piedras se conviertan en pan." (Matthew 4:3)
Jesús lo reprendió, diciendo: "¡Cállate, y sal de él!" (Mark 1:25)