de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, y de los alrededores de Tiro y Sidón, una gran multitud, que al oír todo lo que Jesús hacía, vino a El. (Mark 3:8)

Y dijo a Sus discípulos que tuvieran lista una barca para El por causa de la multitud, para que no Lo oprimieran; (Mark 3:9)

porque El había sanado a muchos, de manera que todos los que tenían aflicciones, para tocar a Jesús, se echaban sobre El. (Mark 3:10)

Y siempre que los espíritus inmundos veían a Jesús, caían delante de El y gritaban: "Tú eres el Hijo de Dios."

Pero El les advertía con insistencia que no revelaran Su identidad. (Mark 3:12)

Después Jesús subió al monte, llamó a los que El quiso, y ellos vinieron a El. (Mark 3:13)

Designó a doce, para que estuvieran con El y para enviarlos a predicar, (Mark 3:14)

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Pero también algunos de los Judíos, exorcistas ambulantes, trataron de invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: "Les ordeno que salgan, en el Nombre de Jesús a quien Pablo predica." (Acts 19:13)

También de muchos salían demonios, gritando: "¡Tú eres el Hijo de Dios!" Pero, reprendiéndolos, no les permitía hablar, porque sabían que El era el Cristo (el Mesías). (Luke 4:41)

Siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y en los montes dando gritos e hiriéndose con piedras. (Mark 5:5)

En ese momento estaba en la sinagoga de ellos un hombre con un espíritu inmundo, el cual comenzó a gritar: (Mark 1:23)

Al ver a Jesús, gritó y cayó delante de El, y dijo en alta voz: "¿Qué tienes Tú que ver conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes." (Luke 8:28)

y los demonios Le rogaban: "Si vas a echarnos fuera, mándanos a la manada de cerdos." (Matthew 8:31)

Y acercándose el tentador, Le dijo: "Si eres Hijo de Dios, ordena que estas piedras se conviertan en pan." (Matthew 4:3)

Entonces los que estaban en la barca Lo adoraron, diciendo: "En verdad eres Hijo de Dios." (Matthew 14:33)

Tú crees que Dios es uno (que hay un solo Dios). Haces bien; también los demonios creen, y tiemblan. (James 2:19)

Y gritaron: "¿Qué hay entre Tú y nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes del tiempo (designado para el juicio)?" (Matthew 8:29)

y Le dijo: "Si eres Hijo de Dios, lánzate abajo, pues escrito está: 'A SUS ANGELES TE ENCOMENDARA,' Y: 'EN LAS MANOS TE LLEVARAN, NO SEA QUE TU PIE TROPIECE EN PIEDRA.'" (Matthew 4:6)

Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, gritaba: "Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes les proclaman el camino de salvación." (Acts 16:17)